Durante los últimos 10 años, el hombre conocido como Aba Shanti I ha recorrido gran parte del globo con el sound system que lleva su nombre, haciendo sonar roots y dub en pequeñas salas o grandes festivales.

No importa el color, tampoco importa la creencia ni importa el sexo. No importa quien o qué seas, lo que importa es lo que tienes en el corazón y en el espíritu. Lo que importa es la unión, el amor y la buena vibración que se nota, literalmente, en las sesiones de este hombre.

Como pudimos notar en su anterior visita a la Sala Apolo, nadie se sentía distinto a la persona de su lado: todos bajo un mismo techo, bailando la misma música, la música que nos inspira, nos transforma y nos eleva.

Todos fuimos a sentirnos un poco más libres, a cargar nuestras pilas espirituales, a olvidarnos de nuestros problemas y, por unas horas, encontrarnos perdidos entre la música del Almighty.

Pero esta vez alguien no estaba de nuestro lado: en el norte de Europa un volcán había entrado en erupción y la nube de cenizas que éste desprendía impidió que el tráfico aéreo fluyera cómo suele ser habitual.

Como muchos supongo que sabréis, el vuelo que tenía que traer a  Aba Shanti a Barcelona no fue una excepción y se quedó en suelo británico.

El primer Dub Station de la ciudad de Barcelona se quedaba sin su cabeza de cartel.

Mucha gente se fueron decepcionados a su casa supongo, pero vamos, yo a eso le veo “el lado bueno”… Eso quiere decir que la gente iba a ver a Aba Shanti I, que sabían a que iban, no? Sabían que no era una fiesta reggae cualquiera. Igual la cultura que a veces tanto decimos que no existe, esté empezando a existir y crecer.

A todos los que se fueron a su casa, ¡os equivocasteis al iros!

Fue una gran noche de Roots y Dub, pese a la ausencia de el gran Aba.

Aunque por motivos ajenos no pudo venir Aba Shanti, los promotores supieron actuar en consecuencia y completaron un cartel con, además de Ital Sound y Ras Weed, dos crews más procedentes de la vecina Francia que nos hicieron bailar hasta altas horas a través de un equipo de sonido más que impresionante. Dos torres de altavoces de unos 3 metros cada una con graves, medios graves, medios y agudos. Lo bueno es que los agudos quedaban arriba de todo y no llegaban a ser molestos, no te ibas a casa con el “típico pitido” tan fuerte como es habitual.

Un pequeño detalle: el equipo no estaba ni a la mitad de la potencia y eso fue debido a la normativa actual. Pude ver un par de veces al técnico del Razzmatazz con un medidor de decibelios apuntando a cada una de las torres para controlar el nivel de presión sonora que desprendían.

Que alegría entrar a la sala y escuchar «If You Want War» de Matthew McAnuff, hijo del veterano Winston McAnuff producido por unos franceses llamados Own Mision. Ital Sound estaban a los controles y pincharon varias producciones francesas más. Y es que aunque no lo creáis, Francia esta llegando a unos niveles muy buenos en cuanto a producción de Roots se refiere.

Siguieron la sesión pinchando mayormente temas actuales, aunque también sonó algún Burning Spear y varios temas más de revival. Rootykal Pressure in Barcelona!

Los cantantes que pasaron por el micro realmente para mi gusto eran bastante buenos, no esperaba un nivel así. Y lo digo recordando al Mc que fue con Aba Shanti la primera vez en Apolo, para mi gusto un poco flojo en algunos momentos.

El aspecto que presentaba la sala era bastante bueno, unas 400 personas aproximadamente, aunque sobre las 3 empezó a vaciarse.

Desde aquí quiero felicitar a los promotores por la gran labor que hicieron solucionando los problemas en el cartel trayendo a los dos sounds franceses, para mi gusto fue un buen remedio para el dolor de cabeza que les debió traer la sancelación del vuelo de Aba Shanti.

Lamentablemente a veces pasan estas cosas, pero no se puede luchar contra la naturaleza, aunque muchos “wicked men” lo estén intentando.

Esperemos que para Shaka no haya volcanes, terremotos ni inundaciones que puedan privarnos del mensaje que nos trae el Zulu Warrior y que siga habiendo muchísimas más ediciones del Dub Station. Extra-respect.

Texto: Lek
Fotos: Laia Buira