En este país tenemos por hábito pernicioso denostar el producto con denominación de origen nacional por el simple hecho de serlo, sin cuestionarnos la autenticidad u originalidad de la propuesta. Con Jah Macetas la historia vuelve a ser recurrente y rara vez alguien les ha reconocido su papel como “semilla” plantada en Valencia para solaz de los devotos del reggae, ese estilo que suscita estas líneas y que ha conseguido que el que las suscribe se sintiera en su momento tentado a descubrir. Al César lo que es del César y a los pioneros del reggae patrio, el reconocimiento y nuestra reverencia. Que menos.

Comencemos por el principio: en 1982 España se encuentra inmersa de lleno en un largo proceso de transición democrática, social y cultural aún por cristalizar, ¿qué motivaciones le hacen a uno embarcarse en un proyecto de reggae tan aparentemente vanguardista y osado como los entonces conocidos como Julio Fari y sus Macetas?

Bob Marley había muerto en 1981 y el pop español no ofrecía conceptos reggae, quizás por desconocimiento del género entre los que se dedicaban a la música, ya que el reggae ha entrado tarde en el estado español. Apropiarse del reggae en castellano, como ya se hiciera con el rock y otras expresiones musicales, era un buen objetivo musical.

Las dos formaciones pioneras en la península, Potato y Jah Macetas, os caracterizabais principalmente como conjuntos versionadores del influjo cultural antillano, en vuestro caso concreto adoptando riddims de Studio 1 para atraerlos a vuestro terreno aportando la nota distintiva mediante la lírica. ¿En qué momento os percatasteis de que dejabais de etiquetaros como tales para aportar vuestra genuina visión del estilo?

Nosotros comenzamos tanto con temas propios, como con adaptaciones de temas conocidos con letras en castellano. También incluíamos versiones de Bob Marley principalmente, junto a alguna de Burning Spear. Nuestra aportación al estilo es afrontar la musicalidad y el mensaje en castellano y quizás el tempo propio de ser de donde somos. Poco a poco fuimos incorporando riddims jamaicanos de Studio 1.

En un recorrido por vuestra trayectoria musical, puede deducirse que la celebración de Las Fallas, como acontecimiento que conmociona Valencia anualmente, ha venido marcando vuestra existencia, desde vuestra formación ex profeso para actuar en 1982, hasta ese bizarro álbum que responde al título “Fallas 98 Dub Explosión”, donde recreasteis temas archiconocidos del imaginario popular en clave de reggae. ¿No creéis que dichos festejos estereotipan la imagen del valenciano de puertas afuera?

Pura coincidencia en cercanía de fechas. La primera actuación fue en el Politécnico, no ambiente fallero precisamente. Aunque hemos tocado algún año para algún casal fallero, no ha sido época de mucho trabajo. Las Fallas están sobredimensionadas actualmente y su gestión escapa de nuestra realidad. Fallas, toros, fútbol, Fórmula 1, Copa América, rasta, etc. demasiados estereotipos para todos los gustos sin ser de ninguna parte.

Una debilidad personal si me lo permitís, “Dime” es una preciosa melodía que llora la pérdida de un ser amado y que consigue poner la piel de gallina desde que afloran los primeros acordes hasta que se va disipando la canción. ¿Dónde y por qué se marchó aquella chica jurando al viento no volver?

Esta pregunta es para Pere Andrés más que para mí, ya que la adaptación de la letra es suya (Nde: La canción original corresponde al tema “Lady”, registrado por el vocalista jamaicano Otis Gayle para Studio 1 en la década de los setenta).

Una de las grandes incógnitas aún por despejar del entorno de Jah Macetas fue aquel álbum de 1994 nombrado “Alma Rebelde” de Ras La Tribu que, por desavenencias con cierta compañía discográfica, ha quedado inédito hasta la fecha. ¿Qué músicos se encontraban inmersos en aquel proyecto, qué relación guardaba con Jah Macetas y qué ocurrió para que aquel trabajo no viera la luz?

También debiera responder Pere. Por mi parte, desconozco detalles. Ras la Tribu fue el proyecto de Pere Andrés tras decidir abandonar el proyecto de Jah Macetas. Algunos músicos eran, por supuesto, “ex Macetas”.

A raíz de alguna conversación mantenida previamente contigo pude constatar que una de las experiencias que han supuesto un punto de inflexión en vuestro bagaje como músicos fue la grabación en compañía de Los Naturals en la sede neoyorquina del Studio 1 de Clement “Coxsone” Dodd. ¿Quién os planteó la posibilidad y cómo os sufragasteis el viaje? ¿Podrías comentarnos la anécdota aquella del pago por la grabación de sus solos al skatalite Rolando Alphonso?

No fue para tanto, ya que el trabajo lo habíamos hecho ya en Valencia con Rafa Villalba, Alberto Tarín y Jesús Gabaldón. Gracias a Miguel Jiménez, mánager de Seguridad Social, las gestiones con Warner y Dro nos llevaron a Nueva York y a Coxsone. El viaje lo pagó la compañía. Aunque conozco la supuesta anécdota, no puedo contarla porque no la viví yo.

La portada del larga duración “Clásicos del Reggae Vol.1” recoge una instantánea del dictador Francisco Franco con su homónimo el emperador etíope Haile Selassie I, mientras el libreto interior se encuentra salpicado por recortes de prensa de la visita que dicho mandatario realizó a la ciudad del Turia en 1971. ¿Por qué os dio por investigar la llegada de Selassie? ¿Qué curiosidades hallasteis en dicha pesquisa?

Haile Selassie vino como intermediario del Banco Mundial. Estuvo visitando el Santo Cáliz en la catedral y presidió el Tribunal de las Aguas de Valencia.

Mi primera aproximación al género dub fue a través de una copia que encontré en una conocida cadena de establecimientos de música desaparecida de vuestro álbum de 1997 “Dub Incorrupto”. A veces me da la sensación de que, con todos mis respetos, os habéis lanzado en proyectos suicidas adelantándoos a vuestro tiempo. ¿No habéis tenido en algún momento de vuestra trayectoria esa sensación de encontraros predicando en tierra de nadie?

A fecha de hoy el mensaje es el mismo y la música también.

Tras la evolución, tanto a nivel musical como personal, percibida en buena parte de los miembros que entonces figurabais en Jah Macetas y en la actualidad os encontráis involucrados en proyectos como Alberto Tarín Jazzin´ Reggae o Lepanto Rockers, ¿qué necesidad había de “resucitar el cadáver”? ¿Nostalgia por tiempos pasados o afán por explicar los orígenes a quienes hoy se sienten tentados por el reggae? ¿Por qué no habéis contado con la participación de los vocalistas Pere Andrés o Carlos Mandievus?

A petición de Bernardo, el nuevo cantante, decido “resucitar el cadáver” como tú lo denominas, muerto aún ganaba alguna batalla y al contar con sangre joven y nueva dispuesta a cantar y a responder en escena, la tarea es más fácil. Hemos contactado con Pere Andrés, quién ha confirmado su presencia y más que posible colaboración en el concierto (ya celebrado hace meses) y con Carlos Aleixandre, quién no ha contestado todavía.

Un hecho que suele percibirse del reggae es que jamás consigue desligarse del manido tópico de la playita, los spliffs y Bob Marley. En tanto que responsables de traducir al castellano buena parte de su lírica, ¿cuándo nos sacudiremos de encima el tópico y superaremos el “stage Marley”, para descubrir que hubo vida más allá de…?

Cada uno decide lo que disfruta de cada cosa que vive.

Texto: Larry ACR
Texto aparecido originalmente en A Little Beat