Rototom Inside. Chapter 1: Mucho más que un festival
Aprovechando que dos de los miembros de la Asociación Cultural Reggae vamos a vivir desde dentro del staff esta 17 edición del Rototom Sunsplash vamos a iniciar una serie de 12 artículos para intentar contar lo que vamos viendo desde este lado del festival día a día. Estos estarán acompañados también a diario por las crónicas y las previsiones de nuestros compañeros acreditados para Reggae.es, que intentarán cubrir la parte musical y no musical del festival.
Y que mejor manera de empezar con un resumen de lo que ha supuesto llegar hasta aquí para nosotros y para la Rototom Crew desde que tras finalizar la pasada edición anunciaran que muy probablemente el Sunsplash cambiaría de ubicación. Pronto supimos por nuestro compañero Juanjo (uno de los miembros más veteranos de la ACR y miembro de la crew del Rototom casi desde el 2003) que la búsqueda de una ubicación en España iba a comenzar pronto además de en otros países europeos. Tras un primer intento fallido de reunión con Sabrina y Filippo en Septiembre en Barcelona y con los rumores de que el Rototom se venía casi seguro a España empezábamos a soñar con que el mayor festival de reggae de Europa podría venirse a la costa mediterránea.
Supimos por Juanjo de las dificultades que la organización encontraba en todas las ubicaciones visitadas, y empezamos a conocer más y mejor al núcleo duro del Rototom. Su obstinación por ofrecer las mejores condiciones a sus invitados, es decir al público del Rototom, hizo que rechazaran muchos emplazamientos preciosos por carecer de las condiciones necesarias para montar «el pequeño pueblo» que durante una semana se levanta para rendir tributo a la música jamaicana y al movimiento altermundista.
Seguimos muy de cerca la búsqueda hasta que por fín llegó la confirmación del traslado definitivo a Benicássim. Fue entonces cuando nosotros también empezamos a trabajar más en serio para empezar una estrecha colaboración con el Rototom. Si bien desde el 2003 hemos tenido a gente de la ACR trabajando en el Rototom, en los info points, en la web en castellano, con los Reggae Contest, el primer Spanish Reggae Bus, etc… este era el momento para dar un paso más.
Fue en el primer encuentro en Madrid tras la presentación oficial cuando tuvimos la oportunidad de conocer más a fondo a la familia Rototom. Por primera vez para nosotros (a excepción de Juanjo) podíamos charlar con ellos fuera del contexto del festival, más relajados e incluso de aquella tarde salió una interesante y completísima entrevista que podéis leer aquí. Ya lo sabíamos: el Rototom es mucho más que un festival, pero hay que vivirlo para confirmarlo.
Y en torno a aquella mesa vimos y sentimos que nuestras aspiraciones y nuestras metas coincidían y que aquel grupo de italianos no fingían, el sentimiento era real, el reggae como vehículo de un mensaje, nuestro mensaje: otros mundos son posibles.
Y los errores cometidos los de cualquier ser humano. Se habla y se ha hablado mucho del supuesto fraude de los promotores del Sunsplash. Y es cierto que hay ciertas cosas que pulir, el más nombrado los tratos insuficientes con los artistas nacionales y los sounds. E igualmente cierto es que en España también estamos muy poco acostumbrados a hacer las cosas de otra manera. La desconfianza inicial puede viciar negociaciones de antemano y hay que saber dar para recibir.
Quizás gracias al privilegio del trato personal entendimos que la Rototom Crew merecía toda nuestra confianza y así entregamos nuestra ayuda y estamos muy contentos porque han sabido corresponder con creces nuestra humilde contribución al trabajo de Teressa, Sabrina o de Ale. Nuestra experiencia quizás pueda servir de algo para el resto de colectivos que han o van a tratar con el Rototom.
Los resultados a falta de dos días para el comienzo del festival son ya conocidos por todos, y nos vamos a centrar sobretodo en los aspectos no musicales del festival para resaltar aún más porque este evento es mucho más que un festival y porque no tenemos constancia de nada que se le parezca en nuestro país. Motivos estos para mirar de verdad con otros ojos a este encuentro.
No tenemos constancia de ningún otro festival que luche con tanto ahínco por reducir la huella ecológica del mismo, además desde la honestidad de reconocer que un evento como este es ya de por sí poco sostenible. La supresión del plástico, la compensación con árboles, el primer escenario que genera la electricidad que necesita, el intentar que los visitantes usen el transporte público, son esfuerzos que deben ser valorados muy positivamente. Ningún festival al uso se toma estas molestias (muchas por cierto) y poco público realmente lo valora (y muy probablemente lo desconozca).
El esfuerzo por traer los alimentos y el agua lo más cercano posible, fomentando no sólo la parte ecológica, sino otra que nos interesa también resaltar, el hecho de que el Rototom apuesta siempre por favorecer la economía local, aún cuando le sea más desfavorable. Valoramos además especialmente la colaboración que se ha establecido con la Cooperativa Integral de Catalunya, un proyecto que seguimos muy de cerca desde su gestación al ser una de las apuestas anticapitalistas más interesantes de todo el Estado y muy cercana al movimiento por el Decrecimiento del que muchos de los miembros de la ACR somos militantes.
Nos encanta que el Rototom no sea sponsorizado por empresas, este gesto es quizás el más llamativo para aquellos que no entiendan los valores expuestos anteriormente (reducción de la huella y apuesta por lo local). Un promotor que rechaza el dinero fácil de un gran sponsor, como Coca Cola, esta dejando bien claro cuales son sus valores. ¿Quién hace esto en este país? ¿Quién rechaza voluntariamente el dinero porque cree en otra forma de financiación? Esto merece de por sí una concesión a esta organización por parte de quién vaya a negociar con ellos. También implica que sea más complejo llegar a pagar todos los cachés, no es esta una disculpa, pero si que debe ser tenida en cuenta para evaluar las maneras de hacer de este festival.
Por último para no alargar mucho más, resaltar el alto nivel de los debates programados. Otro esfuerzo no lucrativo del que seguramente nadie conoce similitud en cualquier otro festival, sea del estilo que sea. La importancia de estos encuentros quizás no sea percibida por la escena, espero estar equivocado, y podemos asegurar que es vista con gran admiración desde muchos sectores de los movimientos sociales.
Esto es el Rototom Sunsplash, una comunidad concienciada y predispuesta a trasladar a la práctica, al menos durante una semana, la utopía altermundista de creer que “otro mundo es posible”. Y nosotros estamos orgullosos de formar parte de ese sueño.
Texto: Lorenzo ‘Lalo’ Flores
Fotos: Web Rototom Sunsplash
Se te ha olvidado comentar el hecho de que la organización interna del festival intenta ser lo más horizontal posible, o las colaboraciones con diferentes colectivos que organizan otros escenarios, lo que en la práctica es una forma de organización descentralizada.
Horizontalidad y descentralización, dos valores más para añadir a la lista de bondades del Rototom Sunsplash.
Salud!
Eso ya era ya una realidad en otros eventos de música jamaicana estatales, Rototom no ha descubierto ninguna piedra filosofal, cosa bien diferente es utilizarlo como argumento de ventas, exteriorizas el modelo organizativo esperando que el público lo añado como un valor más del evento y aumente positivamente su valoración respecto del msimo, que se debería traducir con mayor número de entradas o abonos vendidos.
Es una estrategía propia de la economía de mercado, es tan guay el Rototom.
Este continuo ensalzamiento de este evento me resulta extraño, nunca se ha mostrado tanto apoyo a las iniciativas que ya existían a nivel estatal de música jamaicana y que algunas han demostrado ser grandiosas muestras de esfuerzo, asamblearismo y amor por la música jamaicana. Debe ser como el amor al emperador, por eso no lo entiendo.