Cuando llegamos a la sala aún no había música. Las manecillas del reloj tuvieron que dar la vuelta entera desde la hora que anunciaba el cartel para que empezaran a sonar los primeros temas en la sala 2 del Razzmatazz. Ha pasado en varias ocasiones últimamente, esperemos que no tengamos que acostumbrarnos.

Saltó al cubículo bredda Neil, empezando la selección. En la sala había apenas cuarenta personas, supongo que como yo, se sentirían entusiasmadas por escuchar una calidad sonora como aquella. Una torre en cada esquina delimitaba el espacio sonoro dónde los órganos internos vibraban con cada golpe de graves, cuatro torres home-made, hechas por los mismos componentes del sound system, diseñadas para reproducir el roots reggae con su máximo volumen y esplendor. Magnífico sonido.

Con un solo giradiscos, temas como Revolution de Dennis Brown y su respectivo dubwise formaron parte de la selección que nos ofreció Ras Neil antes que Ras Lion se uniera a los otros dos componentes del sound, junto a Neil ya se encontraba otro miembro del sound system que tenía como misión la de animar al público, como un flagman pero sin bandera. Así pues, nos encontramos delante de los 3 componentes de la crew que habían venido a visitarnos y no supimos nada de los 4 que faltaban y que eran anunciados en el cartel bajo el lema de Full soundsystem, full crew.

Ras Lion nos ofreció buenos temas, buenas vibraciones y no hizo un uso abusivo de las proclamas típicas sobre Hailie Selassie o Ras Tafari I, si no que muchas de sus palabras fueron dedicadas a la unión entre razas y el amor entre los hombres. Fue una grata sorpresa, ya que son sabidas las creencias religiosas de este sound system holandés y a veces podemos tener la sensación de estar en una clase de teología cuando en realidad estamos disfrutando de la música.

Cuando la sala ya estaba llena, llegó a escena el Mc londinense Chanter, con todo su esplendor, con toda su voz. De aspecto tímido y educado, Chanter estuvo toda la noche al pie del cañón bordando con su voz los riddims, entre ellos algún clásico como Rumours, el cual obtuvo un magnífico forward por parte de un público entusiasta que no dejaba de bailar. No había para menos, entre Ras Lion y Charter casi no dejaban sitio para el descanso, se oyeron temas de Ras Michael junto a Sons of Negus, Yabby You, Earl 16 o Neville Brown entre otros.

La sesión fue in crescendo, la aceleración de los ritmos desembocó en una sesión al más puro estilo inglés, con ritmos a los que el público respondió acelerando su baile y con más forward. Acabando la sesión a un alto nivel, como ya había ocurrido en anteriores ocasiones con Iration Steppas o Zion Train, quienes también nos habían ofrecido finales apoteósicos como el que King Shiloh nos brindó.

Sin duda, Barcelona empieza a conocer algunas figuras de la cultura sound system gracias a las sesiones de Dub Station y en mi parecer en esta ocasión nos trajeron un gran sound junto a una gran calidad de sonido, mucho mejor que otros grandes de la escena vistos anteriormente.

Texto y fotos: Laia Buira