Alpha Blondy y T.O.K. Barcelona
Lo más viejos del lugar recordarán aquel latiguillo comercial de: “Juego completo, juego Comansi”. Pues al igual que aquellos casi legendarios juegos, así fue de completa la noche barcelonesa del 6 de Mayo del corriente para los seguidores del Reggae, esa música inventada por algunos avispados en una bonita isla del Caribe.
Primera parada: Razzmatazz
Es difícil ponerle peros a un señor con 30 años de carrera que casi siempre se muestra en forma, se agencia unos músicos (The Solar System ) de excelente nivel, sigue grabando discos de aprobado alto como Vision (2010), llena y rellena los locales que pisa y encima se nos muestra más afable (nos concedió una entrevista en la que habló por los codos) que en tiempos pretéritos.
Alpha Blondy, es la estrella más reluciente en el firmamento del Reggae universal y el único con un poder de convocatoria que reúne tanto a fanáticos del más puro Reggae jamaicano, a recién llegados o a una multitud que le interesa más bien poco. Dicho esto con todas las reservas e ignorando lo malo o lo bueno que puede llegar a ser.
Conozco gente de criterio a la que no le gusta el Reggae fabricado en África, es una opinión respetabilísima, pero ellos mismos me reconocerán que pocos jamaicanos han compuesto un tema tan estupendo como Jerusalem, con el que sigue abriendo sus conciertos o su mérito de conseguir tan buenos resultados en la unión de los metales con la sección rítmica.
Puestos a buscar lunares, es evidente que sus nuevos temas no llegan a la altura de un Cocody Rock, de la que hizo una brillante versión o Brigadier Sabari, pero algunos como Rasta Bourgeois conservan la categoría y el tono de pelea social que le caracterizaron en sus comienzos.
También le podríamos recriminar que 90 minutos son pocos dado su buena forma vocal y el apoyo constante de un público rendido, pero esa es una pelea que seguramente acabaríamos perdiendo por K.O.
Confesiones de una estrella:
Relajado y amistoso, Alpha Blondy nos habló al finalizar la velada de los problemas políticos de Costa de Marfil donde los periodistas le tienen que seguir el juego al gobierno sino quieren ver peligrar sus puestos de trabajo, de la ligereza con que se trata el término Rasta, su poco amor a las nuevas tendencias de la Reggae Music, aunque las respeta y comprende para evitar enfrentamientos con sus hijos y de lo bien que se lo pasaba escuchando a Pink Floyd acompañado de un joint en sus años mozos.
Interesante y hermoso epílogo para una nueva y exitosa velada del marfileño.
Segunda parada: Mephisto
No demasiado lejos de Razzmatazz se ubica Mephisto, una sala especializada en sonidos metaleros donde también podemos asistir a los eventos programados por Jamrock.
Cambio de sala, cambio de estilo, cambio de público.
No creo equivocarme si afirmo que pocos de los que asistieron al show de Alpha Blondy se dirigieron a escuchar a T.O.K. y viceversa. Porque (los lectores de esta página se supone que ya lo saben) el invento jamaicano puede ser de distintos colores, a veces a cual más diverso: verde, amarillo o rojo, cómo no, pero también azules, grises y hasta el negro más tiznado. A los T.O.K. les vendría bien… un naranja chillón.
A las primeras de cambio, notamos un sonido más bien reverberado pero como ocurre casi siempre, el oído se acostumbra y ¡milagro!, todo parece volver a su cauce. El fervor de la noche puede con todo.
Suena Good Like Gold y una señorita me susurra: son los Backstreetboys del Dancehall. Yo contesto: como te oiga según quien…
La verdad es que quizás tengan una cierta similitud cuando comparas el juego de voces, los pasos de baile, su gracejo o la respuesta de un público que corea todas sus canciones pero dicha comparación no puede ser más odiosa. Los pases de baile son más frescos, cantan mejor y no huelen tanto a producto prefabricado. Su naranja chillón vence sin remedio a la atonalidad.
La polémica Chi Chi Man ha pasado a mejor vida, creo que con acierto y componen un set a base de sus bombazos, incluido el mega–hit Footprints jaleado por sus fans sin parar. Su fracaso de público hace siete años queda definitivamente en el cajón del olvido.
“Si se quieren divertir cómprense un cucuruchito de… T.O.K.”
Texto: Barracuda
Fotos: Isabel Val