Bob Marley in memorial. Barcelona
Cuando vamos a un memorial de un artista esperamos oír canciones de ese artísta, ¿no es así? Pues es lo que falto en el memorial a Bob Marley del pasado martes.
Badalonians Sound acompañando a Señor Wilson empezaron el recital y con entusiasmo vimos que este cantante no tiene nada de Sansón, ha perdido su melena pero no su fuerza. Los asistentes coreaban y alzaban gritos de forward con cada nueva canción, todo un clásico en sus conciertos. Wilson hizo referencia a la acampada de plaza Catalunya en su penúltima canción y acabó el concierto con un a cappella de Rularé, como ya nos tiene acostumbrados. Auguro una buena proyección artística para este cantante, aún que no hace falta ser muy avispado para ello.
¿Quién iba a decirnos que la banda que solíamos ver en esa esquina de la calle, cuando volvíamos a casa, conseguiría alzar su trabajo con esta bravura? Con su fresquísimo mediterranean reggae-dub al que aderezan con un poco de rock, soul, rocksteady, ska… como afluentes musicales que desenbocan en los meandros de un rio caudamusicólogo, los Microguagua merecen mucho respeto por su trayectoria. El conjunto hizo mención repetidas veces a la #spanishrevolution acontecida estos últimos días en toda España, dando todo su apoyo a el movimiento. Three little birds y su característica versión I shot the mosso fueron su aporte al memorial.
Julian Marley salió al escenario con movimientos de sobra conocidos en la historia del reggae. El cantante, que llegó a los corazones de los indignados con su actuación en directo en plaza Catalunya, nos mostró muy poco encanto en su interpretación, faltándole mucha sal y otro tanto de pimienta. Incluso cuando sonó Violence, el hit de su último disco, la sala continuó con su lánguida réplica. El público reaccionó mayoritariamente provocado por las canciones y los gestos de Bob, en los que su hijo consigue un evidente parecido.
Dispuestos a ver un memorial del que sigue siendo el icono del reggae, nos encontramos con un repertorio de veinte canciones que contenía cinco (Natural Mystic, The heathen, Coming in from the cold, Stir it up y Get up stand up) de su progenitor, que sumándole las dos (Kinky reggae y Exodus) que cantó en el bis serían siete. Entre el tracklist oímos, tanto canciones de su último disco Awake (2009), como de sus anteriores álbumes, ya que tuvo tiempo de repasar buena parte de su discografía en las dos horas y media que duró su actuación.
El hecho de que fuera martes y especialmente la hora en la que nos encontrabamos, eran las tres menos cuarto de la madrugada, provocó la huida masiva del público antes de empezar la actuación de La Kinky Beat, una pena la verdad, porque los barceloneses brillaron con su versión reducida de la banda, fusionando drum n bass con dub y reggae. Por mucho que la música electrónica no nos provoque pasiones, hemos de reconocer en esta banda mucho estilo y acierto en su mezcla. Como su guitarrista mencionó en varias ocasiones, los ritmos de la sesión flotavan entre el rub a dub, el dubwise, el dubstep y otros que pudiésemos crear a partir de dub y ponerle nombre.
Por último, aprovecharé estos 3 minutos que me conceden los lectores para dar todo mi apoyo a los indignados de plaza Catalunya despúes de las desacertadas actuaciones policiales del viernes. Porque aún que no todos nos sintamos identificados con los individuos del movimiento, es verdad que están en lo cierto en lo que denuncian. Fuera corrupción y fuera el abuso del poder.
Texto y fotos: Laia Buira
Creo que los promotores -no lo digo sólo por ti- deberíais comenzar a entender que los medios no van a haceros críticas a medida.
Me parece fundamental que se respete la libertad de prensa y la independencia informativa de cada medio. En la medida en que respetemos y apoyemos las infraestructuras propias (medios, promotores, bandas, sounds, salas…), podremos ir edificando juntos una escena de música jamaicana fundamentada sobre pilares firmes.
Lo que Laia hace en esta ocasión es recoger en texto e imágenes las que fueron sus impresiones del evento, gusten o no a todos, pero siempre partiendo de la máxima del respeto. Si ella considera que no se tributó a Marley, es muy libre de expresarlo en este medio y tú, como promotor, de discrepar de su visión.
¡Vivan la libertad de prensa y la libertad de expresión!