Romain Virgo. Granollers
En tan sólo 4 años, Romain Virgo se ha consolidado como una de las estrellas que más relucen en el universo de la música jamaicana.
Lo ha conseguido a base de coraje, ilusión, buen gusto y una preparación vocal que le garantiza una larguísima trayectoria.
Cuando ese inhumano chorro de voz que proyecta baje de tono, le quedará una modulación que permitirá que muera con las notas bien puestas.
Tanto fuera como dentro del escenario, derrocha simpatía, ganas de comerse el mundo y una ambición contagiosa. Se le iluminan los ojos cuando habla de Alton Ellis o Toots Hibbert y los intenta emular con una gran discreción y respeto. Sólo tiene 21 añitos y su figura no ha hecho nada más que emerger, un detalle que puede hacer temer que su carrera se estanque o se le agrie el carácter transformándose en otro odioso ídolo engordado por su ego. El mejor consejo que se le puede ofrecer es que no se desvíe ni un milímetro de esa línea inmaculada que lleva hasta ahora.
Muchos piensan y quizás estén en lo cierto que Jamaica tiene crisis de talentos pero viendo artistas como Virgo o Chris Martin saliendo de concursos televisivos como Digicel Rising Stars, la isla nos vuelve a echar en cara que aún nos llevan varios pueblos de distancia cualitativamente hablando.
Allí sólo hace falta dar unos retoques al talento innato para moldear una figura mientras por estos santos pagos la tosquedad la intenta pulir gente como Ángel Llácer o Manu Guix. Sobran las palabras.
Romain Virgo estuvo acompañado por Blackstarliners la nueva banda de Genís “Genius” Trani, un grupo corto de efectivos (unos coros hubieran ayudado a la estrella a dosificarse) pero suficientemente eficaz para no desmerecer de la magia del jamaicano, quien salió indemne y victorioso de su batalla con el directo. El vocoder para los que no saben.
Me Can’t Sleep, No Money, Wah Dis Pon Me, Love Doctor, Taking You Home o I Am Rich In Love (el Alton Ellis’ Medley ya no le resulta imprescindible para arrasar) son canciones hechas no para usar y tirar sino para permanecer en nuestras cabezas unos cuantos lustros.
Si las que grabe el próximo año son igual de buenas, nuestras neuronas explotarán de placer. Romain Virgo: Talento para rato.
Nyahbingi Sound son una formación suficientemente conocida por estos lares y de una solvencia contrastada. Su presentación se antoja innecesaria. Rochi y Leggo articularon un set a base de dubplates hispanos y un Dancehall un tanto bronco en su primera fase para rematarlo con una selección del fenómeno Johnny Osbourne y otra magnífica de Buju Banton. Calentamiento perfecto para evitar desgarros posteriores.
Álex de Badalonians guió desde los platos al Señor Wilson. Un cantante con nuevo look y en constante mejoría capaz de conseguir siempre un gran apoyo del público pero que aún mantiene unos tonos vocales un tanto impersonales. Si evita alguna de las consabidas rimas castellanas en “ón” y olvida alguno de los pocos tópicos que aún arrastra, puede llegar a convertirse en la gran referencia patria del Dancehall. Empeño y ganas no le faltan.
Fin de trayecto del apartado Reggae del Musik N Viu 2011. Una feliz iniciativa a la que deseamos la más larga de las vidas.
Texto: Barracuda
Fotos: Laia Buira