Nowa Reggae 2011
Empezar un festival con humor es empezar con buen pie. George Dread salió a escena al más puro etilo Gila, preoyendo los temas con un auricular de teléfono, solo por eso ya se merece que lo mencione, además consiguió que las escasas 50 personas que llenaban el recinto se pusieran a bailar a ritmo de tremendos éxitos de skinhead reggae.
El recinto del festival és un maravilloso parque con jardines dónde los chicos de Vilanova año tras año disponen un escenario principal y un espacio aparte para que los sounds no dejen que la música pare en toda la noche. Viento en popa, a toda vela!
Rocker Roots hicieron honor a su galardón de ganadores del European Reggae Contest del Rototom Festival con su estilo reggae roots cantado en inglés. Los sevillanos tienen una buena proyección, esperemos que sepan llegar a lo alto, si bien el tiempo dirá.
Volvamos al escenario principal para encontrarnos con la Thorpe Brass y su concierto torpe. No creo que haya una mejor palabra para describir una actuación de estas características, torpe le queda muy bien. Llevaban siete años sin actuar y sus fans tenían muchas ganas de volverlos a ver, afortunados aquellos que no fueron al Nowa a reencontrarse con su grupo de adolescencia. Queréis un resumen: Letras inteligibles e inventadas, canciones inacabadas e intervenciones vocales fuera de tiempo. El concierto empezó con «Por la dirty D» y «Mundo Torpe» temas de su disco «All things move». En el tercero empezól desastre «The dead man walker», sonó fatal. No continuaré con desastres. Algunos de las canciones que mejor sonaron fueron «Tributo a John» y «Nowhere man» canciones instrumentales en su totalidad. En defensa a la profesionalidad musical de algunos componentes, estos temas fueron su mejor botín, canciones tejidas con hilos de oro. No hubo suficiente para salvar el concierto. Las caras largas de los componentes del grupo no ayudaron a un público boquiabierto, que esperaba mucho más de una banda con la trayectoria de la Thorpe. A comentar, las disculpas constantes del cantante, quién explicó que se habían sido intoxicados… Un dolor de barriga no hace que se te vaya el mundo de vista y que se olviden canciones. Cada uno que piense lo que quiera.
Un trago de ron y de vuelta a la zona de sound systems, nos encontramos con los franceses Zongo Sound, un par de sus integrantes nos ofrecieron una pequeña muestra de dub digital, rápido y un tanto oscuro… posiblemente en estos momentos de oscuridad, de transición, es cuando te das cuenta de que estás en un paraje que pudo inspirar a Espronceda y su «Canción del pirata». Un cuarto de luna salió anaranjado entre las nubes bajas del horizonte y el faro nos hipnotizó con su circular haló de luz. Combinación perfecta para Zongo Sound.
Demos paso a Gappy Ranks. El chico tiene buena voz, buena presencia, no le faltan maneras y apunta. Eso si, no se le ve muy acostumbrado a tocar con bandas, o esa fue la sensación que nos envolvió en varios momentos en los que dirigía a la banda contradictoriamente. Los Blackstarliners son una estupenda banking band, muy profesionales, subieron y bajaron el ritmo de las canciones al antojo de Gappy sin pestañear. El concierto alzó amarras con varios temas de dancehall, sin muchas estridencias, con buena letra. Llegó el momento de «Put the stereo on», la aceleró mucho y empezó a forzar la voz, quedó un poco desfigurada. Por suerte es un artista versátil y supo mezclar estilos, cantando sobre el Boobs riddim o con una canción a cappella, que
me encantó. Fueron rodando temas sobradamente conocidos como «Thanks & Praise», «Roll it up», «I was there» o «Long time». A mencionar el final de «Heaven in her eyes» que mezcló con el «Soul Rebel» de Bob Marley y el público se alzó en coros.
En esta isla musical no faltan capitanes piratas como Inyaki, alma de los Basque Dub Foundation y que se hizó acompañar por un corsario llamado Darren Mathers, legendario fundador de Nations Vibration. La formación nos sorprendió con algunos clásicos del dub como «Java» de Augustus Pablo, el cual interpretó en directo el mismo Inyaki con la melódica o bien con un dubplate de Freddy McGregor del 1986. Grandes coleccionistas de cañones musicales, se me escapó el preguntarles si tenían un mapa del tesoro.
La noche del viernes se acabó con Zongo Sound, manteniendo firme el timón del dub digital que nos llevaba a aguas más profundas, más oscuras y con un ritmo demasiado constante para que la gente se quedase hasta el final, nos quedaba otro día de festival.
Emprendimos el sábado con el documental dirigido por Miquel Galofré y producido por Fernando García Guereta «Hit me with music» que pudimos ver en los cines Bosc de la capital del Garraf. Un docu interesante que nos habló de como el baile influencia la sociedad jamaicana, recomendado!
Al acabar, todo a babor hacia el Nowa pon di beach dónde disfrutando de buena música, nos apretamos los parches del ojo y ajustamos las patas de palo, engrasando para una nueva etapa del festival.
Monkey Family resultó ser un sound de jóvenes grumetes que con mucho acierto nos ofreció una selección de los mejores y más actuales temas de dancehall y newroots. Un
big up para las generaciones que vienen detrás, que no decaigan.
Sin cambiar de paraje, los Black Up, hollingan sound dónde los haya, nos ofrecieron un repaso por la historia músical, desde el ska y el 2tone hasta el dancehall actual. Ellos fueron los que llenaron la bodega de ron.
Todo a estribor, en el escenario principal aparecen Rubén López y los Diatones. El rodaje musical de Rubén se hace presente en cada nota que entona, su voz diáfana, cambia de registro por doquier. Los Diatones, nos ofrecen una producción nacional de rocksteady y ska natural y fresco, grandes músicos, encajados a la perfección, la experiencia que traen a sus espaldas los refuerza, músicos que derivan de por ejemplo los Kinky Coo Coo’s o The Oldians. En el concierto sonaron temas como «Shoobadoo» y «Michael Jackson is dead» dónde la combinación entre voz y instrumentos fue extraordinaria, temas instrumentales que nos estremecieron como ‘Diatone time’ o versiones como «I Wanna Be Sedated» de los Ramones. Solo tengo buenas palabras para este concierto.
De vuelta a la zona sound system nos encontramos con Urtica Sound, originarios de Vilanova y si no voy por mal camino, los culpables de que hoy estemos leyendo estas líneas. Un sound completo, sin contras, saben como caldear el ambiente y como hacer que la gente estalle. El entonces llenísimo recinto de la playa del faro estaba disfrutando en plenitud de la noche.
Velas hinchadas, viento a favor, The Pioneers arrancaron el show con «Let your yeah be yeah», la siguió «Starvation», «Time hard», «Feeling high» y podiÍn soltarnos ese chorro de temazos, porque sencillamente los tienen. Aún que Sydney Crooks, el tercer miembro de el original trio vocal no actuó, Jackie Robinson y George Dekker nos ofrecían ese buen estar, esas sonrisas y esa frescura que los caracterizan, buscando la armonía vocal en sus canciones y consiguiendo elevar sus voces hasta tonos agudos impensables. Sin duda, The Pioneers son un show asegurado, siempre entregados a su música y a su público.
The Pioneers terminaron su concierto con una ovación general que llenó el recinto y con el mismo impulso el público se fue con los Urtica a bailotear un ratito.
Black Soul Band estalló en el escenario principal al mismo tiempo que Dean Fraser subía al escenario para ofrecernos esos solos de saxofón tan impecablemente entonados que parecen celestiales. Entonó el hit de Ras Michael & The Sons of Negus «None of Jah Jah children no cry» para abrir boca y nos ofreció un pequeño repertorio para que quedase claro que era el rey del saxofón.
Duane Stephenson izó las velas de el último show del Nowa de este año. Gran artista, gran cantante pero faltan acentos en su show, falta que el público estalle de pasión. Cantó algunos hits como «Ghetto Pain», «August Town» o «Cottage in Negril» que le hicieron un warm up perfecto a Tarrus Riley. El hijo del legendario Jimmy Riley miembro de The Uniques, se empapó de música desde muy pequeño. Así se demuestra en su presencia encima del escenario. Abriendo su concierto con «Shaka Zulu Pickney». No pudo ser de otra manera, el público estalló con «Love contagious» y siguió en la cresta de la ola mientras repasaba todos esos temas que lo han convertido en uno del los números uno de la música jamaicana de nuestros días.
En el escenario un sobrado repertorio de talentos que jugaban como niños con las melodías. Dean Fraser empezó el juego cuando al final de «Stay with you» enlazó la melodia con «La Bamba» y provocó al público a que la cantara, Tarrus reaccionó y como si lo más natural fuera, jugaron y jugaron con los ritmos entre la voz de Tarrus y el saxo de Fraser hasta enlazarlo con «She’s royal». Los asistentes gozaron como nunca, hicieron fuego y tararearon una tras otra las canciones del repertorio. Un Tarrus Riley pletórico dejó huella profunda en la playa pirata del Nowa Reggae.
Sentinel Sound soltó dubplate tras dubplate durante toda la sesión, entrelazando coreografías y buen rollo, sabiendo que nos quedaríamos con ganas de más y querríamos volverlos a ver, que pillines.
Mi reconocimiento a todos/as los que han hecho possible el festival, a los que felicitamos por su buena acogida, su simpatía y su amabilidad. Esperemos que haya una nueva edición.
Texto y fotos: Laia Buira