Garance Festival. Bagnols-Sur-Cèze
Desde 1989! rezaba la camiseta. A primera vista no cuadraba con el 20 aniversario que se celebraba en Bagnols-Sur-Cèze (Francia). Lo cierto es que la productora parisina Garance lo ha festejado a lo grande un verano más en la Provenza, comarca que quedará para siempre más como Meca de los amantes del sonido antiguo jamaicano.
El one drop retumba en todos los bafles que encuentras, dando ese ambiente añejo que tanto nos gusta a los que ya tenemos algo de edad.
El festival, heredero de los pioneros Jasound y Sunrise, concentra año tras año a una buena parte de los artistas que han marcado una época y completa el menú con artistas más jóvenes, talentosos la mayoría de ellos. Este año decidieron comenzar con un entrante contundente: Studio 1 revue, set de 10 artistas veteranos salidos del mítico estudio del 13 de Brenford Road. Un espectáculo puramente soundsystem acompañados de Soul Stereo (Big up Fatta!) donde fueron tomando el micro uno tras otro para entrelazar sus éxitos de antaño. Participaron Dj’s como Dillinger, Prince Jazzbo, Lone Ranger…. y cantantes como Winston Francis, Willie Williams, Alpheus y Dawn Penn. Sin duda un espectáculo que dificilmente se podrá repetir. A destacar la presencia del legendario King Stitt que demostró como comenzó el estilo de los Dl’s jamaicanos.
Entre los dos sets dedicados a Coxone Dodd se coló una de las estrellas indiscutibles del Roots Reggae: Burning Spear. Se le ve mayor, maduro, pero la espiritualidad que transmite en sus actuaciones hacen que éstas sean siempre satisfactorias.
La tarde del jueves llegamos a tiempo de ver a Ken Boothe, como siempre elegante, enfundado en un traje azul cielo, sus gafas de pasta, y algunos kilos extra. Su voz sigue temblando igual que el público cuando entona “Silver words” o “Freedom Street”. Un discurso emocionado y reivindicativo sumado a su interpretación nos dejaron listos para ver gran Jimmy Cliff. Una estrella del reggae con mayúsculas. “The harder they come”, “Wild world”, “Vietnam” levantaron al personal y de que manera. Una auténtica fiesta rematada a los tambores con “Bongoman/Rivers of Babylon”, una mezlca perfecta.
Después del descanso llegó el dueto fantástico, Sly and Robbie, que, francamente, no sabría definir su performance. Un guitarrista de lo más excéntrico pone la guinda a un show que roza lo surrealista en algunos momentos. Esto sirvió de espoleta para ir a visitar la zona soundsystem, donde comprobamos que había aumentado su tamaño considerablemente, al igual que su público, amantes del subgrave a lo loco. 6 murallas de sonido de los ya conocidos Blackboard Jungle y OBF. Sencillamente demoledores. SItuarse delante de un bafle y vibrar unos segundos es una sensación única.
De vuelta al escenario principal apareció Junior Reid, que se hizo acompañar de sus hijos, en un show de lo más regular. Para cerrar la noche el downtempo de la banda Midnite se apoderó de todo el festival a modo de nana para ir a descansar.
El viernes empezamos con Jr. Kelly aka el Profesional. De mal rollo evidente con la banda y poniendo buena cara al público. A un ritmo frenético suelta big tunes sin parar hasta dejarte KO. Le siguió Horace Andy, otro que tal… hit after hit, a otra velocidad, claro. Su voz se mantiene a lo largo de los años sin apenas variación. Big up! para Sleepy. Fever! Igualmente pasó con Johnny Clarke. Era emocionante verle por primera vez. Hizo un show corto pero repleto de himnos que todos hemos coreado. “None shall escape the judgement” disparó una batería de clásicos del roots que se llevó su buen forward.
Third World son una gran banda, pero su directo flojea, y cada vez más. Cat Coore con su violoncelo completan un show previsible. Bien interpretado pero con poca transmisión hacia el público.
A toda prisa llegamos al principio de la sesión de King Jammy’s. ¡Soberbio! Una sesión de dub en directo. En 2011 hemos asistido a una selección única mezclada in situ para la audiencia del Garance. Llenazo.
Mientras esto sucedía, en el escenario principal Tiken Jah Fakoly se llevaba su forward especialemente de la comunidad africana, muy presente en el festival.
Cerraron la noche los Twinkle Brothers. Magnífico show basado en el sonido especial que sacaron alla por los 70. El final, algo abrupto sorprendió un poco al frio público francés.
Por entonces Jah Shaka iba a su ritmo poniendo 12” magníficos.
El sábado, último dia del festival, comenzó con el carrusel de los más jovenes de primera hora. Un asustado Protoje corrió de un lado a otro sin saber bien que hacer. Sus canciones son buenas, pero la puesta en escena dejaba bastante que desear. Su primo Donovan “Don Corleon” Bennett le hizo los coros y conectó muchísimo mas con el público en un solo tema. Le siguió Pressure, que tiene un buen número de big tunes, pero su voz se va esfumando a lo largo del show. Se llevó un sonoro forward con “Jah Bless” uno de sus últimos hits con Corleon. Lo de Lutan Fyah es el quiero y no puedo. Debe ser uno de los que más graba en la actualidad, pero la falta de un temazo le marca. Su show es de aquellos de pull up! y jump up!
Ni fu ni fa, la verdad. La única mujer del festival (bajistas aparte) era Queen Ifrica. Se llevó todo el ruido. “Keep it to yourself” hizo saltar chispas entre los asistentes. Alguien deberia advertir a Tony Rebel que su pupila atrae mucho más publico que él, y es que, como nos tiene acostumbrado apareció acto seguido entonando sus ya antiguos hits “Fresh vegetables”, “Forever loving Jah” (a duo con Queen Ifrica) y la inefable “If jah is by myside” para cerrar un buen show. Danakil son una buena banda francesa que incluso se atrevieron con el “Good girls gone bad” de Tarrus Riley / Konshens.
La peculiar voz de Gyptian era un buen reclamo, pero su actuación estuvo lejos de lo esperado. Anduvo afable con el público pero poco metido en el papel. “Beautiful lady” se llevó un sonoro forward, quizás el más grande del festival. Pero su show resultó algo insulso a pesar de la presencia especial de Nitty Kutchie, que apareció simplemente para destrozar un tema sin ton ni son. Ni una nota en su sitio. De premio. Acabó con “Hold You” un concierto que no pasará a la historia.
Para cerrar el festival, y sustituyendo a Abyssinians, apareció sobre el escenario, completamente de rojo fuego, Max Romeo que entonó una tras otra maravillosas canciones muy bien interpretadas. “Public Enemy nº 1” y las inevitables “Chase the Devil” o “One step forward” pusieron el punto final a un festival de referencia para los amantes del sonido más clásico del reggae.
Según rezaba la prensa local, 35.000 personas asistieron al festival que este año ( 48 000 según la propia organización) dispuso de streaming de los conciertos, emisora propia de radio y actividades alternativas así como exposiciones, pase de películas y hasta un jardín donde descansar y disfrutar de conciertos de pequeño formato. Y un rio maravilloso donde pasar el calor del dia.
Texto: Ranking Rick
Fotos: Laia Buira