David Hinds en Barcelona
Las letras que formaban la palabra Steel Pulse lucían gigantescas en el cartel promocional del concierto y empequeñecían la realidad.
Esta vez David Hinds, no cantaría con la banda de toda su vida sino que lo iba a hacer acompañado del Sound System francés Kill Dem Crew. Una estrategia publicitaria lícita, todo estaba bien explicado aunque fuera en estilo pitufo, pero que acabó confundiendo a una parte del personal.
La mayoría esperaba encontrarse con aquellas melodías cambiantes e hipnóticas que a veces descolocaban, que siempre conmovían y las hallaron enlatadas y mutadas, servidas por un sound que propinó una sesión de prólogo en tono indigesto que no presagiaba nada bueno.
También soñaron con reencontrarse con los trinos de una voz inimitable y se sorprendieron cuando apareció fría en un inicio acústico inhabitual.
Impacientes y aburridos, algunos desfilaron para encontrar emociones más satisfactorias. Creían huir del desastre.
¿Desastre? Yo no diría tanto.
Cierto es que en un intento de darles otros vientos, las canciones sonaron algo más ralentizadas, faltas de frescura pero conforme avanzaba la noche aquel sonido en principio pesado se iba transformando en envolvente y casi subyugador. Buena prueba de ello fue la versión de “Handsworth Revolution” que sonó muy convincente.
La voz de Hinds está desgastada y pedía a gritos (afónicos) unos coros de socorro, pero su magnetismo sigue intacto. Escucharle entonar “Rally Round”, “Ravers”, “Sound System” o “Roller Skates”, es volver a abrazar algunos de los más esplendorosos momentos que nos ha dado el Reggae creado fuera de Jamaica e incluso dentro de la misma isla.
Creador de ritmos inolvidables y propios, David Hinds también introdujo con buen tino algunos ajenos como “Last War” o “World A Music” de Ini Kamoze en el acertado intento de abrir nuevas fronteras y adhesiones.
El nativo de Handsworth (Birmingham), materializó un set corto, chocante, pero motivador y excelentemente iluminado. Mejorable pero prometedor.
Sea con banda, sound, patinete o haciendo el pino, David Hinds es demasiado importante para ningunearlo o no prestar atención a sus nuevas inquietudes.
Muévase por donde se mueva seguiremos, sin desfallecer, las conmociones que aún desatan su personalidad y sus legendarios, bellos e interminables dreadlocks.
Texto: Barracuda
Fotos: Laia Buira
Yo ya hice mi crítica del concierto que dió en Madrid, y coincidí en el análisis.
http://selassieiriddim.blogspot.com/2011/10/resaca-david-hinds.html