The Skatalites en Barcelona
Termina la actuación de The Penguins. El numeroso público se acerca a las barras del local para avituallarse. En una esquina un personaje talludito, con bigote y cara de malas pulgas conversa animadamente con otro de aspecto más juvenil que saborea una copa de cerveza.
– Al final se han acabado animando – comenta el del bigote.
– Sí, la llegada de más gente les ha ayudado, hubieran seguido tocando durante horas – afirma el joven que apura la copa.
– ¿No crees qué les falta un poco de alegría en el escenario?
– Es posible pero yo los veo muy mejorados, sobre todo desde que han incorporado un nuevo cantante.
– ¿Cómo se llama?
– Ramón Mirabet, me han dicho que quedó tercero en “La Nouvelle Star” francesa.
– Lo veo verde.
– Mejorará, acaba de llegar, tiene buena pinta.
– ¿Cantan más temas suyos, no?
– Sí, sí, trabajan duro. Esta que se llama “I Thought You Were Stronger”, no está nada mal.
– Sigo pensando que les falta “trempera”.
– A ti sí que te falta… en fin, calla que parece que ya salen.
Nuestros amigos abandonan la barra acompañados de dos cervezas más y se dirigen a contemplar el nuevo aterrizaje de The Skatalites en Barcelona. Esta vez homenajean a Lloyd Knibb, fallecido el pasado 12 de mayo. Los músicos se plantan en el escenario y empieza la cuenta atrás.
Esta vez el teclista Cameron Grenlee inicia el descuento para atacar “Freedom Sounds” en castellano. Al huraño bigotudo se le atraganta la cerveza.
– Pero ¿qué hace? Eso es sacrilegio.
– Calla, escucha y no le pierdas la vista al saxo de la derecha, es africano, se llama Azemebo Audu. Es una bestia.
El concierto transcurre sin muchas sorpresas pero debido a la ausencia de Doreen Shaffer hay algún cambio en el repertorio habitual. El trompetista Kevin Bachelor canta “Carry Go Bring Home” y “A Message To You Rudy” con solvencia y se lucen especialmente en “A Love I Can Feel”, la novedad más sabrosa de la velada.
El show acaba y el respetable se retira con la habitual sonrisa en la boca y el estado de satisfacción que producen las actuaciones del grupo liderado por Lester Sterling, el único miembro original que aún perdura en la banda.
Nuestros viejos conocidos, ya con los ojos vidriosos por culpa de la cebada, continúan su dialogo.
– No deberían llamarse The Skatalites, sólo queda uno de los fundadores – farfulla el bigotudo.
– Pues no sé porque, nadie toca este repertorio mejor que ellos y Sterling sigue siendo mucho Sterling – balbucea el jovencito.
– El sonido no es el mismo, no tocan igual.
– No estoy de acuerdo, las nuevas incorporaciones son de gran nivel. Azemebo y también el trombonista, Andrae Murchison son dos máquinas.
Dime una banda actual de Ska que dé tan buenas prestaciones.
– No sé, no sé. Pero ya me dirás qué sentido tiene tocar el “Three Little Birds” con las maravillas que podrían interpretar.
– Ahí me has pillado. Eso sobraba.
Los amigos se despiden pensando ya en los próximos eventos de Reggae de la ciudad.
Han visto su enésimo concierto de The Skatalites. Uno ha salido protestando y el otro encantado. Si el año que viene vuelven repetirán.
The Skatalites siguen siendo The Skatalites.
Texto: Barracuda
Fotos: Laia Buira