No puedo empezar la crónica describiendo como se iba llenando la sala, porque llegué cuando Beenie Man y su banda Zagga Zow Band entonaban ya la segunda canción. Aposentándome en las últimas filas observé una sala Bikini, que tenía cerrada la segunda parte, y el aforo no era un lleno hasta la bandera.

Beenie estaba moviendose en el escenario y ya entonaba su “Oh na na na na” con temas clásicos como Who Am I o Romie, conectando con el público más fiel de las primeras filas.

Siguió con sus movimientos de caderas y con todo un temazo como Come Again consiguió el mayor forward de toda la noche. Con este tema comprobé que los smartphones sustituyen cada vez más los mecheros en los conciertos, la prohibición de fumar y el poder tener un recuerdo en el móvil deben ser la causa.

Momento para los covers con un fugaz mix de Bam Bam y Murder She Wrote de Chaka Demus & Pliers, bien interpretado por la banda, pero la sorpresa llegó con la versión de I gotta Feeling de Black Eyed Peas, dejando a la mayoría de los presentes mudos y un poco descolocados con lo que estaban viendo, así que terminó la canción haciendo el moonwalk y con una sonrisa al público quedó todo arreglado.

Hubo menciones para los encarcelados Buju Banton y Vybz Kartel, deseándoles lo mejor, pero coincidencia o no, la canción que venía justo a continuación era King of the Dancehall, invitando a subir a media docena de chicas a moverse con él en el escenario.

Sin perder mucho el tiempo y con energía, entonó los temas Tell Me, Dude y Mmmh Mmmh, dejando para el final su single más popular del 2011: I’m drinking Rum & Red Bull.

Así se retiró, y de poco sirvieron los cuatro silbidos reclamando algún que otro tema más, para los que una hora y cuarto de show les pareció poco.

El autoproclamado Rey del Dancehall vino a hacer lo que sabe, dancehall y hacer mover a la gente con sus hits, pero parece que a este tipo de artistas hay que perdonarles que su voz en directo deje mucho que desear, y que en algunos momentos parezca que confunda el cantar con el gritar.

¿Y quien se atreve a decirle a un artista con más de 30 años en los escenarios que un par de coristas y prescindir del chico que le acompaña en la voz quizás le hubiera ayudado en esta gira europea?

Puede ser que mis espectativas fueran muy altas, así que espero tener otra oportunidad para ver de nuevo a Beenie Man, y salir del concierto con mejores sensaciones que las de esta noche.

Texto: Edu Blasi
Fotos: Laia Buira