Festival Cruilla Barcelona
El eclecticismo del Festival Cruilla Barcelona, puede llegar a tener efectos positivos pero también nocivos. Consigue abrir el interés por músicas poco frecuentadas y al mismo tiempo provoca topetazos con horrores que sólo llevan a la jaqueca.
En cualquier caso no despreciemos la multiculturalidad (palabra hinchada donde las haya) e intentemos adentrarnos en un macro evento criticable pero al mismo tiempo casi ineludible.
Por si no se habían dado cuenta, están leyendo ustedes un artículo de una página web dedicada al Reggae, por lo tanto pasaremos de puntillas por los conciertos ajenos al mundo de la Reggae Music y nos centraremos en la oferta que ofreció el festival de músicas de raíces jamaicanas.
El viernes podríamos obviarlo directamente, ninguna de las propuestas nos interesan especialmente, aunque puestos a escudriñar, escudriñemos.
Nneka, es una artista de origen nigeriano que se emparenta con los ritmos globales, es decir, Soul, Pop, Hip Hop, Reggae y African Music, formando la habitual amalgama de sonidos que a veces no sabes muy bien de donde viene y menos a donde van. Con todo y a pesar de sobreactuar en demasía, es una cantante nada despreciable.
The Pepper Pots intervinieron en el llamado “Escenari Cases De La Música”. Sea por el deficiente sonido o por la ubicación del escenario, no dieron lo mejor de sí. ¿Se agota la fórmula? Queremos creer que aún les queda cuerda para rato.
Anteriormente a los catalanes La Pegatina, intervinieron en el “Escenari Estrella Damm”, el entrañable e inmortal Iggy Pop y Gogol Bordello, una loquísima formación de New York, formada por inmigrantes de la Europa del Este que mezclan Punk con Ska, Ska con Rock y Rock con música gitana de los Balcanes. Total, un follón de enormes dimensiones que a ratos hace gracia y que casi siempre agota.
La Pegatina, juega al peor juego conocido, “El popurrí mestizo estomagante”. Hacen Rumba que no es Rumba, Cumbia sin sabor y Ska de pacotilla. Eso sí, la gente se lo pasa “pipa” y las cervezas se pasean descontroladas. “Al·legria, avui és Festa Major”.
Algo más serio son Amadou & Mariam, un pareja de invidentes de Malí que pusieron el punto de calidad de la noche con su mezcla de música tradicional africana engordada de aires indios, egipcios y hasta occidentales.
El sábado de San Fermín, era el día que los Reggae-maníacos habían marcado con una cruz. Tres actuaciones de muy diverso tono y color les esperaban. Dub Poetry, Ska y Reggae mestizo (esta vez la palabreja es usada con criterio) se dieron la mano en una jornada llena de público y sus consiguientes apretujones. ¿Valió la pena convertirse en una sardina en lata por una noche? Seguidamente intentamos desvelarlo.
Who have the Money?
Se lo han puesto fácil al maestro Linton Kwesi Johnson, en los más de treinta años que lleva de carrera, apenas ha tenido que cambiar su discurso. Las letras beligerantes, lúcidas y certeras que lleva recitando durante toda su carrera, están más actuales que nunca. Y no sólo eso, cada día aparecen más motivos para que siga luchando a través de su verbo contra las injusticias. El pueblo negro sigue padeciendo persecuciones policiales, la crisis maltrata a los más débiles y los poderosos se apropian del dinero para tenerlo todo controlado.
El poeta nacido en Chapleton, Jamaica, sigue enfurecido y se pregunta sin cesar: “Who Have the Money?»
Los conciertos de Linton Kwesi Johnson no son fáciles, hay que escucharlos con detenimiento, digerirlos y pensarlos. El “jijiji-jajaja” hay que dejarlo para otros momentos.
¿Significa eso que uno no puede regocijarse con sus actuaciones? Negativo.
El colchón musical que le ha acompañado durante tantos años es tan bueno, sugerente e intenso que sólo hace falta tener un poquitín de alma rítmica para alborozarse sin parar.
Gran parte de culpa la tiene Dennis Bowell, el descomunal bajista de Barbados que ha sido su mano derecha sonora durante la mayor parte del camino artístico de Johnson.
Un poco imprecisos al principio, cuando se calentaron a base de temas de la cosecha de Bowell como “Oh Mama, Oh Papa”, pronto cogieron el tono para atacar el repertorio clásico del combativo trovador.
Quizás no estuvieron tan finos como en el pasado Rototom pero los primeros acordes de “Di Eagle An’ Di Bear” supieron como siempre a gloria. “Forces Of Victory”, “Reggae Fi Peach”, “Making History”, extraordinarias canciones que Linton no se limita a interpretar, las presenta, las explica, las disecciona para que los presentes mediten y reflexionen.
El Dub Poetry, no pasa por su mejor momento ni lo hará, decir verdades incomoda, no interesa; mejor quedarnos como borregos, calladitos.
A Gil Scott Heron le quisieron silenciar más de una vez y no lo consiguieron, tampoco lo conseguirán con Linton Kwesi Johnson.
Algún día le pediré su sombrero para sacármelo delante de él.
Poeta, caballero, revolucionario. Artista.
A los nuevos puristas del Reggae no les interesan pero ellos aparecieron cuando más se les necesitaba. A partir de sus versiones y creaciones, muchos conocieron una nueva música que venía del Caribe. Nacidos en los setenta, se separaron y hace cuatro años volvieron a la carretera: The Specials.
Como muchos de los grupos que desaparecen y retornan al cabo de un tiempo, The Specials son sospechosos de haber vuelto puramente por el dinero. Para engordar la teoría que manejan los acusadores, han vuelto sin un tema nuevo que añadir a su repertorio. ¿Es culpable la banda formada en Coventry en 1977?
Yo no sería su abogado. Cierto es que con el puñado de buenas canciones que poseen pueden alargar su vida musical lo que apetezcan pero a mi entender les falta un poco de empeño para defenderlas.
Terry Hall, no ha sido nunca un rey del escenario pero ahora se le nota desmotivado, cansado, como si quisiera acabar la actuación cuanto antes, No está mal de voz pero no se le nota nada fresco. Suerte tiene que Neville Staple y Linval Golding ponen la nota festiva en escena porque si no más de uno se dormiría. Ni el ritmo trepidante del Ska podría con el tedio.
Se apoyaron en una sección de vientos muy mal sonorizada que sólo lució en la parte final del espectáculo. “Message To You Rudy”, “Nite Klub”, Too Much too Young” y “Enjoy Yourself”, con la que también iniciaron la función, sirvieron para rematar en alto una faena que hasta entonces había sido poco lucida.
“Do Nothing” y “Hey, Little Girl, dos preciosísimas canciones, sonaron desaboridas, “New Era”, descontrolada, las lecturas de Stupid Marriage y “Stereotype”, muy aburridas y “Too Hot” no le hubiera gustado nada a Prince Buster. Únicamente se salvó “Monkey Man” y es que fallar con el “Hombre Mono” es casi de juzgado de guardia.
Muchos disfrutaron locamente y otros hablaban de fracaso.
Uno piensa que como Jerry Dammers no les eche una mano pronto, la resurrección de The Specials quedará en agua de borrajas.
Entre concierto y concierto, tuvimos tiempo para comprobar los precios abusivos de las bebidas, alguna exhibición “castellera”, la nueva y sucia modalidad de lanzamiento de vaso de cerveza vacío, aunque goteante y batucadas improvisadas que deberían estar prohibidas por el gremio de otorrinos.
Dub Inc., triunfan donde van, Rototom, Apolo, Cruïlla, lo que les echen.
Han obtenido una fórmula que encandila y la exprimen hasta las últimas consecuencias. Abarrotaron el “Escenari Cases De La Música” y sus fans destrozaron aún más si cabe el pavimento del Fórum a base de enloquecidos saltos.
“Ma Melodie”, “Day After Day” o “Jump Up”, son piezas infalibles a las que sus cantantes, Hakim “Bouchkour” Meridja y Aurélien «Komlan» Zohou les sacan un jugo más que apetitoso. Valor seguro.
Mención especial para Cypress Hill, un grupo de Hip Hop adorado por muchos seguidores del Reggae que atronaron con su potentísimo show y Sharon Jones & The Dap Kings, de lo mejor que se puede escuchar hoy en Soul Music y que a la postre fue probablemente de lo más sobresaliente de dos días de festival.
El año que viene más y ¿mejor? 365 días nos quitarán la duda.
Me atrevo a sugerir una cosita a la dirección, no estaría nada mal que contrataran algún artista de género puro como Soweto o la emergente Lady Gipsy y aparcaran un poco el cruce de estilos o modernidades tipo M.I.A., volver de tanto en tanto a los orígenes no duele mucho, se lo aseguro.
Texto: Barracuda
Fotos: Xavi Torrent