Foro social. Nuestra revolución triunfará: seremos iguales, y seremos libres
“Os digo aquí que ganaremos. Que nuestra revolución, finalmente, triunfará. Que seremos iguales, y seremos libres”. Mona Eltahawy
“Hemos pagado un precio muy alto, y aún no ha terminado la Revolución para las mujeres en Egipto, que en realidad están luchando en dos frentes: contra la dictadura política y militar, y contra la discriminación cultural y sexual. La Revolución social debe ser cultural, pero también sexual. Debemos seguir luchando por sacarnos a Mubarak de la mente, pero también de nuestros dormitorios. Os digo que ganaremos, que nuestra revolución triunfará, que seremos iguales y seremos libres” – Mona Eltahawy.
Un argumento que ha quedado patente en el debate de este domingo en el Foro Social del Rototom Sunsplash! titulado “El papel de la Mujer en la ola árabe” es que antes de debatir este espinoso asunto hay que romper las barreras psicológicas y los tópicos culturales para enterarnos de una vez que árabes y musulmanes no son conceptos homónimos, que el primero es un término geográfico y el segundo religioso. Que el desconocimiento que a veces tenemos de las realidades sociales y culturales que viven otras personas a veces nos hace caer en tópicos victimistas, o peor aún, paternalistas, y de cierto etnocentrismo cultural que hacen que sea más grueso el cristal cultural con el que miramos al que es diferente a nosotros.
Y entonces llegó la periodista egipcia Mona Eltahawy al Foro Social, una de las 150 mujeres más valientes de 2012 según la revista Newsweek. Para reventar los tópicos. Para mostrar al mundo su rabia que la empodera, y para gritar que ha resucitado, tras las agresiones físicas y sexuales que padeció por parte de soldados de la Junta Militar hace ya un año, cuando luchaba por la Revolución en la Plaza de Tahrir: Mi rabia no viene por ser una mujer musulmana exhaltada, cansada de padecer injusticias. Estuve doce horas con ambos brazos rotos, sufrí agresiones sexuales durante mi detención: fui manoseada, insultada, vejada sexualmente. Me cambiaron la vida para siempre, pero para mejor. Si he sobrevivido, ha sido para ser más fuerte, y así lanzarme a recorrer mi país con una campaña para condenar las agresiones sexuales que sufren muchas mujeres, y poder ofrecerles asesoramiento legal y técnicas de defensa personal para que puedan defenderse y que los culpables sean castigados legalmente”. Entonces Mona muestra sus brazos ya curados, y en el antebrazo derecho enseña con orgullo un tatuaje que se hizo para ayudarla en su curación: un homenaje simbólico a los doce chicos que, antes que ella, tatuaron sus brazos con los nombres de sus madres para que pudieran ser identificados en la morgue y devueltos a sus familias si morían defendiendo su Revolución.
Una Revolución con cuyos resultados en la actualidad no está nada de acuerdo la periodista egipcia: “No puedo defender una revolución que maltrata a sus hijas. Corremos el riesgo de haber terminado con una dictadura militar que hemos padecido durante sesenta años, y que empiece otra dictadura social y cultural para las mujeres egipcias. La peor combinación que podíamos obtener es un gobierno conjunto de la Junta Militar y los Hermanos Musulmanes. No han sido unas elecciones que representan el sentir del pueblo. Es pura mierda, porque los dos son autoritarios y jodidamente machistas: ¿debo elegir entre fascistas con pistolas o fascistas armados con dioses? Creo que todos están obsesionados con la sexualidad de la mujer: ¡Salid de nuestras vaginas, musulmanes, cristianos, hinduistas, judíos…!”
Eltahaway ha recordado que aquí en España, hace muy poco tiempo, también padecimos una dictadura militar, y que la lucha por la libertad de la mujer y su dignidad y sus derechos. Y que está muy bien organizar foros como este en el que debatir el asunto, pero “vuestro gobierno –argumenta apasionada- la Unión Europea y los Estados Unidos saben lo que pasa en nuestros países, ¡y no hacéis nada! ¡Nadie dice nada! Sabéis que vuestros gobiernos apoyan y financian estas dictaduras sociales, ¡pero no hacéis nada! ¿Por qué nadie dice nada?»
Rosa María Calaf, periodista española de amplio prestigio internacional que ha sido corresponsal internacional de TVE y ha viajado informando por prácticamente todas las zonas del planeta, apunta que “el gran reto es conseguir un equilibrio entre el respeto por la diversidad cultural y religiosa y la protección de los derechos universales de las personas, y en concreto de las mujeres”. Y en esta línea opina también Alicia Gómez Monta no, moderadora de este apasionado debate que ha abarrotado el Foro Social mientras caía el sol tras las montañas de Benicassim: “No debemos dejarnos llevar por estereotipos culturales o un pensamiento único. No existe un solo tipo de mujer, ni árabe, ni occidental, ni cristiana, ni musulmana”.
Además de este interesante debate, en el Foro Social este domingo se ha hablado mucho de La Tierra. En la charla Construyendo Soberanía Alimentaria en el País Valenciano, (con integrantes de la Granja la Peira, el colectivo de Defensa de Pobles de la Safor, el Grupo de Consumo L’Alficòs y de Xarxa d’Agroecología); y en el encuentro titulado Nuevo modelo energético para un mundo cambiante, moderado por Patricia Manrique del periódico independiente Diagonal, y que ha contado con la presencia de María Romero (ECOOO), la formadora Stefanía Strega (videoconferencia), y José Vicente Barcia, de Ecologistas en Acción. En ambos encuentros se han ofrecido alternativas de consumo y de abastecimiento de energías, (como la fotovoltáica), para mejorar nuestro trato y relación con el planeta, y se ha resaltado la necesidad urgente de cambiar los modelos actuales de consumo de alimentos y de energía para no agotar ni destrozar más de lo que ya hemos hecho el único hogar donde el ser humano es capaz de vivir: nuestro Planeta Tierra.
Texto: Pilar Robledo
Fotos: Luca Valenta