Romain Virgo en Barcelona
Cual gran capital europea que se precie, léase Roma, París o Londres, Barcelona acogió la misma noche dos conciertos de Reggae de dos artistas jamaicanos de magnitud.
¿Quiere decir esto que ya estamos a la altura de las urbes que siempre nos han aventajado en lo referente a cultura general? Pues va a ser que no.
Hay que tomarlo como otra mera anécdota y sólo repetible en el caso de que las fechas no sean modificables.
En cualquier caso, bienvenidas sean las veladas jamaicanas, cuantas más mejor.
Hablemos de la sala. Music Hall es una sala pequeña, coqueta, situada en el mismo centro de Barcelona, bien comunicada y con precios no exageradamente desorbitados. Puede llegar a ser un buen enclave para acoger distintos eventos musicales pero deberían tener en cuenta una cosa: el sonido debe tener unas condiciones mínimas. No fue el caso en las actuaciones que nos ocupan. Esperemos que en próximas ocasiones (The Skatalites es la siguiente), nuestros oídos sufran menos.
Cuatro jóvenes músicos jamaicanos, no exquisitos pero sólidos, Unit Band, acompañaron a los protagonistas de la noche. Mención especial para el enésimo guitarrista jamaicano que demuestra devoción por Van Halen, ya va siendo hora que le hagan un monumento en Kingston.
A las primeras de cambio pareció más de lo mismo pero Loyal Flames tiene aptitudes escondidas. Su personal timbre de voz y unas interesantes líricas le pueden llegar a situar en un lugar importante dentro del panorama del Dancehall jamaicano. Su buen gusto quedó patente en una versión más que aceptable del «Johnny B. Goode» de Peter Tosh. No parece que vaya para figurón, aunque nunca se sabe.
Aparece en el escenario un tipo con bastante pelo y ataviado con cazadora de cuero y gafas de sol. Será el habitual primo del artista, comentan algunos. Abre la boca y… nos hemos equivocado, es Romain Virgo.
El niño se ha hecho hombre. Sale acelerado, mucho más agresivo que anteriores ocasiones, con furia inusitada. Empieza a desgranar su selecto cancionero y éste parece haber virado más hacia lo Pop. Pero no se asusten, su voz sigue siendo la misma, incluso mejor, los mismos agudos estratosféricos se combinan ahora con una mejor utilización de los graves y ¡asómbrense ustedes! ninguna nota desafinada. El buen cantante lo hace igual de bien, sentado, corriendo o haciendo el pino.
Es posible que su nuevo disco, «The System» (2012) sea inferior a su antecesor, sin embargo temas como “I Know Better” o “I am Rich In Love”, ya son coreados con el mismo entusiasmo de “Mi Can Sleep”, “No Money” o “Live Me Life”. De hecho casi todas las canciones fueron vitoreadas al igual por un numeroso público joven y entregado a un artista que aún necesita más retos para comprobar su real valía pero que parece indispensable en el futuro recorrido del reggae de nuestra querida isla caribeña.
Se me olvidaba: Para la próxima ocasión le podrían regalar al bueno de Romain unos vientos y unos/as coristas, al bajista no se le dieron muy bien los gorgoritos y los gallos aparecieron en más de una ocasión.
Un pequeño lunar dentro de una función muy apetitosa. Queremos más.
Texto: Barracuda