Crónica Rototom Sunsplash. Dia 24 de Agosto
De nuevo la edición presente del Sunsplash toca a su fín. Atrás dejamos largos días de pasar calor y largos ratos de curro en diferentes áreas. Pero también se dejan atrás largas charlas y risas con compañeros nuevos y viejos, intensas vivencias y momentos que sabes que los recordarás por largo tiempo y, lo más importante y casi que por lo que estamos aquí, grandes e innumerables experiencias musicales difíciles de volver a vivir, al menos en las mismas circunstancias y compañía.
Tras el sentido párrafo introductor vamos a meternos en harina; Mr. Gongzilla llevaba desde la tarde anterior revolucionando al personal en el recinto, con lo que, entre eso, los preparativos de recogida y el acopio de fuerzas para hacer frente al último día, los ánimos estaban un poco alborotados.
Entre tiendas que se van, coches que se cargan, gente moribunda y nuevos y frescos visitantes que poco a poco empezaban casi a doblar la población habitual de Rototom City, corren rumores y nerviosismo sobre el futuro del festival y sobre el cabeza de cartel del mismo, encargado de cerrar el último día del Main.
A las 20:45, puntuales como siempre, Marcus y Lampa salían a escena a presentar como es debido al primer grupo internacional que formó parte del cartel de Rototom, allá por 1993 en Udine: Misty in Roots, directamente desde Reino Unido; y en esta edición volvían el último día a formar parte del elenco de elegidos que cerrarían el escenario principal.
Como ocurre a todos los grupos que por aquí han pasado, parece que esta cita obliga a adaptar repertorios dotando de un cariz más «feliz» o «caribeño» a los temas que interpretan estos conjuntos. Por esto pudimos ver unos Misty in Roots bastante más suaves de lo que nos tienen acostumbrados cuando los podemos ver por sus tierras. Aun así, disfrutamos con la potencia de sus dubs y su sonido roots perfectamente depurado, a la vez que con su mensaje, perfectamente encajado en los tiempos que corren y en el lugar dónde están cantando.
Como segundo grupo del día teníamos a los chilenos Gondwana, quiénes habían estado unas horas antes en la programación de los ACR Meetings en la Reggae University, junto a Alerta Kamarada y los ganadores del Contest Latino Royal Rudes y Black Talent, quiénes expusieron el panorama reggae actual en sus diferentes países y transmitieron que tienen una fuerza y un valor capaz de superar cualquier adversidad, tal y como demuestran día a día.
Así los chilenos salieron a un escenario europeo, cosa que en muy pocas ocasiones habían hecho antes, con un set adaptado de nuevo para la ocasión, haciendo un repaso por toda su discografía y teniendo que tocar rápido ya que acostumbran a dar directos de más de dos horas. De esta manera, pudimos disfrutar con éxitos como «Aire de Jah» o «Sentimiento original», que dejaron patente porqué lleva esta banda más de medio lustro encima de las tablas.
Durante este directo vimos como, poco a poco, el recinto del main iba atrayendo cada vez más público hasta que, pasadas las 00:00 horas, aquello se convirtió en un hervidero en el que era casi imposible moverse.
Corrió el telón negro por última vez y la, ya clásica, aparición de todos los miembros del staff del festival en el escenario, junto con diversos medios y la dirección del mismo, se llevó a cabo otro año más con la «sorpresa» de que el festival se quedará en Benicassim durante una larga temporada más, anunciada de la boca del mismísimo Filippo.
El que escribe puede decir que, junto con algunos de los compañeros de ACR, estuvo ahí arriba y es sobrecogedor ver semejante mar de cabezas y banderas que se pierde a la vista, y que hace comprender la magnitud y la importancia que ha tomado este festival a lo largo de los 20 años, y esperemos que sean muchos más, sea dónde sea, pero que sean.
Una vez dada la noticia de la permanencia, el respetable hervía de impaciencia pues el último concierto se acercaba. Se abría el telón y la banda rugía como leones africanos con una contundencia que no se había visto en los anteriores directos, también desde el foso se escucha todo mucho más, luego pudimos comprobar como no era tan así. Un estrambótico MC daba paso a los representantes de los «ghetto youth» encargados de hacer el warm up al hijo de Bob. Así, salía a escena un joven Black Am I que se le notaba algo sobrecogido pero que interpretó sus 3 temas de rigor bastante bien. Entró con «Black Am I» a modo de presentación y continuó con su «Samson Stregth», presente en el trabajo realizado por los Marley en Set up shop Vol.1.
Finalmente terminó con «Modern day Freedom» para dar paso a un Wayne Marshall que, bajo mi punto de vista, para lo que hizo podría haberle dejado su tiempo al artista que le precedía. Silencios por falta de aliento, frases ininteligibles y un sonido que no acompañó hicieron de su actuación algo muy poco digno de un Main Stage del Rototom el último día de festival.
Tocaba el turno del hijo del mítico Alton Ellis, pero Christopher no apareció ante el público que lo esperaba, ni una explicación del porqué tampoco, lo que nos descuadró y cabreó bastante a aquellos que esperaban escuchar una interpretación magistral del actual «Don´t change your number» o de «Willow tree» que finalmente no tuvo lugar.
Y así, del tirón, entre flashes, un gran séquito y un convulsivo flagman, justo al terminar de sonar el discurso inicial de su «Confrontation», saltaba enérgico y explosivo Damian Marley entre gritos ensordecedores de las 30.000 personas que allí se abarrotaban. Luego pudimos saber que había rebasado el record de asistencia a un evento reggae, incluso más que su padre cuando hizo lo propio en Barcelona, hace ya unos cuantos veranos.
Respecto a este directo tengo varias apreciaciones. Y es que no se si tanta afluencia de gente amortiguaba el sonido, pero desde la mitad del recinto hacia atrás no se escuchaba ni la mitad de potente de lo que lo hicieron muchos otros, lo que quizás pudo deslucir un poco (bastante) el show. Luego, pudimos ver un recorrido por la evolución de Marley desde sus primeros discos, de los que pudimos escuchar un sentido «Road To Zion» entre miles de llamas de mecheros, un soberbio «Welcome to Jamrock» con el que cerró su directo o un gran «More Justice» dónde puso a todo al público a cantar con él «Extra extra! Read all about it».
Por otro lado pudimos ver pinceladas más dancehall y actuales como «Go hard», dónde volvió a tener otra oportunidad el youth Marshall la cual desaprovechó, algunos cortes actuales como «Set up shop» o «Affair of the heart», otros de su Distant Relatives como «Promised Land» e incluso «Bun Dem», el éxito mundial del pasado año junto al ídolo de las jóvenes masas, Skrillex.
Finalmente, como todos los hijos de Marley, mucho de su repertorio se basó en versiones de su padre como «War», «No more trouble» o «Could you be loved» que me hacen pensar que el maestro Bob lo dejó todo muy bien atado al crear hits que les dieran de comer a sus hijos aún después de muerto. No digo que no este bien un homenaje a su padre, pero no debemos olvidar a quién estamos viendo en directo.
Con esto, cerramos el Main con un sabor extraño, no con el éxtasis que esperábamos que fuera el último directo, diremos que «no ha sido ni el mejor ni el peor directo del escenario principal».
Tocaba el momento de aprovechar las últimas horas que quedaban, y la massive se desperdigaba para ver la potencia del más puro UK dub desde el control de Jah Tubby junto a Macky Banton, quiénes estaban partiendo en dos el equipo de la Dub Station.
De ahí nos fuimos para la Dancehall dónde se encontraban unos Juggling Academy que nos dejaron un poco descolocados. Realmente, cómo hablaba con uno de los compañeros de la radio, creo que la Dancehall es el único espacio del festival que no cumple con lo que reza su título y es que allí suena de todo menos dancehall, o al menos muy poco en comparación.
Otra opinión personal es que no tiene cabida un sound sin speaker en un cierre de la Dancehall en el Sunsplash, por muy juggler sound que sea. Y, a propósito de eso, respecto a las mezclas genial, rápidas y bien ejecutadas, pero no a las mezclas de estilos, ya que en la misma hora pasaron por nuestros tímpanos sonidos techno, electro, electrofunk, funk, R´n´B, pop y demás carnaza auditiva de discoteca que desde luego avergonzaron a más de uno y de dos de los allí presentes. En el Dreambeach de Villaricos, por poner un ejemplo de festival de música electrónica, ¿ponen reggae?; ¿a ver porqué en un festival tradicionalmente reggae empiezan a tomar cada vez más importancia sonidos que no son reggae ni de lejos a partir de ciertas horas?
Para devolver sonidos de la isla a nuestros oídos fuimos a ver a la leyenda del ska Roy Ellis aka Mr. Symarip, acompañado de los gallegos Transilvanians, haciendo las delicias de los espíritus skinheads que se encontraban por el Ska Club. Dónde lo gozamos a base de bien con esos sonidos que salían del 69 en adelante. ¡Muchas gracias caballero!
Y allí cerramos el festival, tras volver de otra breve visita al Dancehall a ver si todo seguía igual o estaban poniendo dancehall de verdad, bailando de lo lindo con las primeras luces del alba y los crujidos de los vinilos del francés Fatta, componente de los Soul Stereo.
Otro año más, con sus más y sus menos, pero con un balance positivo para todos los que hemos trabajado para hacer llegar un trozito de Sunsplash hasta todos nuestros lectores.
¡Hasta el año que viene a todos!
Fe de errátas: Se quería decir que Gondwana lleva más de 25 años tocando, no medio lustro. Disculpen.
Texto y Fotografía: Ángel de la Mata