Siroko publica “Apetece que no es poco”, un disco de canciones propias para evolucionar como banda instrumental de ska
Cinco años dan para mucho. En el caso de la banda de ska Siroko, nacida hace un lustro en Vitoria – Gasteiz, para pasar de ser una formación de versiones instrumentales a convertirse en un combo que apuesta por sus propias composiciones. Instrumentales, eso sí. “Apetece, que no es poco”, su primer CD, recrea temas nuevos originales en un soporte físico que se ha debido más que nada a una cuestión de identidad. Han calificado sus canciones como “alegres y carnosas, bien arregladas por los vientos y donde los ritmos se baten con contundencia y sabiduría”. No se equivocan, ya que en su repertorio se dan la mano el ska y el reggae. La fiesta, el baile y la reivindicación en estos tiempos tan convulsos.
Siroko Ska nació como una banda de vientos y metal influenciada por el reggae y ska jamaicano; sobre todo, de The Skatalites. “Nos gusta el tempo de ska jamaicano de los años sesenta y setenta”, reflexionan sus componentes. Han hecho versiones de The Skatalites y standars de jazz a ritmo de ska en una banda que nació como una verdadera necesidad vital tras su paso por Potato.
“No seguir ligados a los escenarios no nos sentó muy bien, nos salían granos y empezamos a hacer versiones de The Skatalites”. Así se reinventó un grupo de músicos que tras la despedida de Potato, la banda gasteiztarra del ska reggae
tropical, comenzó una nueva andadura. Los hermanos Iñigo y Nando Arrieta (trompeta y trombón, respectivamente) reunieron a antiguos compañeros musicales: Carlos “Pitiman” Blázquez al bajo, Fran Rodríguez a la guitarra, Gustavo Salvador a la batería y Carlos “Roots” a las teclas.
La mayoría de los componentes de Siroko se conoció en diferentes etapas de Potato, pasando también por grupos como Gobeo Bay, The Hot Wok, Amigos del Cáñamo, Kannabis, Korroskada, The Soulbreaker Company o Alehop.
Comenzaron a ensayar en mayo de 2008, pero tras la marcha de “Pitiman” a Jamaica decidieron sustituir el bajo por la tuba de Jonko Rexach. Les gustó el empaste que hacía y así decidieron seguir, hasta que hace un año se unió Kike Guzmán, saxo tenor, barítono y soprano. De este modo, la actual formación de Siroko suma siete grandes músicos. A los hermanos Arrieta se suman los mencionados Rodríguez, Rexach, Salvador y Carlos “Roots”.
Siroko apuesta por el ska, “pero intentamos meter armonías un poco jazzeras y en los solos cada uno pone su granito. Lo que intentamos es disfrutar y convertir cada tema y cada concierto en algo vivo y diferente. Para nosotros es importante la improvisación”. Ese aspecto toma una gran importancia en el CD, grabado por Juanjo Calderón y Timoteo “Jalas” Ozaeta en los Estudios 008 a la antigua usanza, como en un ensayo, con el septeto desgranando las canciones al mismo tiempo. Y eso se nota en “Apetece que no es poco”, el debut de unos veteranos con mucho recorrido y muchas cosas que decir. Que no es poco.