«Regocijo como el de The Kinky Coo Coo’s, es lo que necesitamos.» The Kinky CooCoo’s y Mr Freak Ska en Shanty Town Club
El nacimiento de una criatura en forma de disco, es un momento de gran entusiasmo y más en los tiempos que vivimos en los que el objeto no se valora en justa medida y priorizamos la música que vuela por los aires de las redes.
Sweet, Fun & Ready es el nuevo hijito de The Kinky CooCoo’s, y en el momento en que asomó la cabecita en directo en el Poble Espanyol, allí estuvimos Laia, con sus tres kilos de cámara fotográfica, y un servidor, pegado a su inseparable libreta, para asistir emocionados al feliz alumbramiento.
La formación ha sufrido cambios, pero demostró encontrarse en plena forma a pesar de los parones inevitables por la falta de actuaciones, dolor que padecen la mayoría de formaciones y que de rebote sentimos los seguidores.
Leire Etxarri se echó encima todo el peso vocal debido a la ausencia de la imprescindible Gemma Solés (en misiones africanas) y aunque acusó el desgaste, los apoyos del saxofonista Miquel Mata no fueron suficientes, salió airosa del envite con gracejo y calidad vocal. El agotamiento final era comprensible y se merece un sentido aplauso. Dani Lampérez es ahora el teclista titular y la labor frente a su querido Hammond fue trascendental, lanzando chispas de gran intensidad y clase. Alejo Peloche, co-productor del disco, lideró con solvencia el buen trabajo de los metales que combinó perfectamente con la sección rítmica.
De Javi “TheOldian”, el otro productor del disco, hemos hablado sobradamente en estas páginas pero no por eso dejaremos de insistir en su excelencia como músico. De su guitarra salieron los momentos más brillantes de la actuación, y dotándola de una garra y armonía imponentes. Disfrazado de George Benson caribeño, impactó desde el inicio con SweetAretha. Los rasgueos son rítmicos, enérgicos, sin ningún tipo de alarde e impropios para el nivel que acostumbramos a ver en nuestros escenarios. Javi García come aparte y, si no fuera porque el jazz y la música caribeña son su vida y destino, las cotas que se podría marcar en un futuro son máximas. Estuvo perfecto durante toda la noche e incluso salvó de la quema una I’m in a Dancing Mood un tanto desangelada vocalmente. Juro que nunca me ha invitado a una mariscada, su talento es reconocible hasta para el más mentecato
Escuchen con calma Quiny Boy, la “soulera” Won’t Letcha Down, Salvador, Negro Amor, deudora del estilo de The Skatalites y convendrán que tienen disco para rato por su buena sonoridad y la alegría con las que ha estado confeccionado. Un hermoso cover de Don’t Stay Away, de Phyllis Dillon; Groovy Chemistry, la segunda cara de su single; Get Ready o el contagioso final con Something’s Got a Hold on Me, de la insuperable Etta James (enésima constatación de buen gusto), contribuyeron al notable alto que mereció su show. Cuando vuelva Gemma, y el disco coja más rodaje, los promotores deberían echar el resto. Regocijo como el de The Kinky Coo Coo’s, es lo que necesitamos.
Al contemplar las gafas, un cruce entre Aviador Dro y un tripulante del Enterprise, diríamos que el alias que ha escogido Jaume Cuadrada para su aventura escénico-musical, Mr. Freak Ska, le va que ni pintado, pero una vez se despoja del adminículo sideral, se transforma en un “skatalítico” de tomo y lomo utilizando el catalá como idioma y la ortodoxia musical como razón de ser. Las traducciones de clásicos como King of the Road (Rei del Ska) o Soc un Gandul, de David Hylliard, y Més alt del que ja ets, de Lord Tanamo, son más o menos afortunadas pero demuestran descaro y ganas de romper con las habituales copias sin riesgo de las canciones originales. Mejor selector y músico que cantante, su alta figura deviene poderosa y vital para que el estatismo no se convierta en tedioso. A su favor, el margen de perfeccionamiento que aún posee y la alta complicidad y buenas maneras que demuestra con sus adeptos.
Acompañado de una solvente banda, que sólo mostró carencias en el frío inicio, Mr. Freak Ska demostró que hay que confiar en su propuesta diferente, divertida y bailonga, para ocupar un lugar vacío en la escena del Ska local. Las dignas versiones de El Pussycat, Shot in theDark y las coreadas Home Tatuat, Home Respectat, Bolets, Tal Farás Tal Trobarás y, sobre todo mi preferida por su irreverencia, Yes All i Julivert, le otorgan crédito sobrado para seguir confiando en su constante mejoría.
Acudan a sus sesiones y disfrutaran de sus conocimientos musicales que son amplios y deliciosos. ¿Un Freak? Más bien un esforzado músico de gusto que busca ganar mercado en una selva donde abundan más los falsos que los auténticos. Jaume Cuadrada, guitarrista de pro, es de los verídicos.
Los siempre necesarios “Dance Crasher” y Galactical Placidians, cerraron el festejo desde los platos para el júbilo de skinheads y todos los amantes de unos estilos, el Ska y el Rocksteady que lejos de estar anticuados y demolidos por las nuevas tendencias, siguen vivos, ardiendo y cautivadores como nunca.
Texto: Barracuda
Foto: Laia Buira (flickr Laia)
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