«Fruta por Madurar» Chronixx, Kelissa y Dre Island en Barcelona
Los Ateneos populares son imprescindibles para tareas educativas, conferencias, compartir pensamientos e incluso realizar proyectos de teatro, pero no servirán nunca para un concierto de cualquier tipo de música, a no ser que el ayuntamiento o la comunidad se hayan gastado los monises en adecuarlo para tales menesteres. No es el caso del Ateneu Popular de 9 Barris. Imposible echar la culpa a la esforzada promotora Big Coconut que suficiente hizo con jugársela para complacer el anhelo de los seguidores de Chronixx y persuadirlo para que viniera por primera vez a estas tierras; pero no podemos obviar la evidencia, y ésta fue que el sonido, de mala calidad, no llegó con suficiencia al fondo de la sala y estuvo a punto de echar al traste una velada preparada con ilusión que despertó el máximo interés de la mayoría de las fuerzas vivas del reggae de la capital catalana.
Qué fácil es echarle la culpa al selector cuando se estropea un equipo y cuanto más sencillo resulta calificar de ineptos a unos músicos que se pelean contra un sonido que rebota y rebota. La Zinc Fence Redemption, es una “backing band” bisoña pero sólida que denota calidad de ejecución en todos sus elementos, pero lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Se las vio y deseó para no salir malparada en el acompañamiento de Kelissa y Dre Island, con quienes no se acopló quizás por falta de “feeling” o compenetración, y, sobre todo, por una maligna sonoridad que no se arregló mínimamente hasta bien avanzada la noche coincidiendo con la aparición del nuevo ídolo caribeño.
A Kelissa no le falta pundonor, tiene buen gusto interpretativo, se mueve con soltura sobre el escenario y su pequeño éxito Afrika funciona, pero la falta de madurez asoma casi en todas sus interpretaciones dejándola en evidencia en más de una ocasión. El tiempo, amigo o enemigo sabio, la pondrá pronto en el lugar que merece.
Lo de Dre Island tiene peor arreglo. Gafas de sol, actitud chulesca, algún tema destacado como Uptown Dowtown y se acabó. Transita lugares demasiado sobados y quiere asemejarse sin fortuna a Damian Marley. El saco del “más de lo mismo” tiene otro cliente. Ojalá me equivoque.
Junto con Protoje forma el binomio de moda e intenta aunar tradición y modernidad con mejor provecho. Sin prácticamente nada en el mercado se ha convertido en un icono, la nueva esperanza para llevar al reggae jamaicano hacia unas cotas de calidad que parecen perdidas y sólo conservadas por los más viejos del lugar. Mecheros encendidos, expectación máxima, Jamar Rolando McNaughton, alias Chronixx, aparece en escena, los compases de Alpha & Omega enardecen al auditorio.
Le precedía una cierta fama de aburrido y monótono, pero lo cierto es que conectó enseguida y las llamaradas le empujaron a dar lo mejor de sí. Eternal Fyah.
Sorprendió en un arriesgado inicio sonoro, original y muy sugerente, cercano al Dub Step con remembranzas a Black Uhuru, modulando muy bien la voz y creando un clima de una calidez reconfortante. En esa tesitura logró sus mejores minutos demostrando que los sonidos guturales no son lo suyo y que sus aspiraciones están en encontrar el éxito mediante la calidad. Sin embargo su estilo aún adolece de total personalidad y le cuesta encontrar un lugar definido. La versión, bendecida por la audiencia, de Welcome To Jamrock fue el botón de muestra de que aún le queda mucho camino por recorrer para conseguir el punto diferencial que lo distinga del resto. Un camino con pinchos destroza las piernas y uno sencillo no da el beneficio necesario. Es cuestión de elegir.
Entre la explosiva They Don’t Know y el trío ganador formado por Smile Jamaica, Capture Land y Here Comes The Trouble, hubo unos momentos más que de tregua, tediosos y poco imaginativos, indicios de la falta de estiletes que todavía necesita para lograr un concierto redondo. Antes de terminar con Behind Curtain mostró su sencillez y humildad compartiendo Start A Fyah junto a Kelissa, Dre Island y un motivadísimo Irie Souljah quien, recién llegado de Jamaica, había levantado horas antes el telón del espectáculo con sus últimas creaciones escritas en la isla caribeña.
¿Será Chronixx el nuevo Garnett Silk? El listón quizás es demasiado alto, pero posee todos los boletos para ser el líder que renueve los cimientos deteriorados de la escena Jamaicana. No debería fallar.
Texto: Barracuda
Fotos: Laia Buira (www.laiabuira.com), Flikr