Organic Roots, un festival hecho desde el corazón
Septiembre de 2012, en una lúgubre casa okupa de un majestuoso cementerio, se reúne el seno de la familia orgánica, están a punto de abrir las puertas de la primera edición del festival. Septiembre de 2013, el lago de Tres Cantos refleja los colores que se están levantando en el recinto ferial, la zona de acampada está llena y hay una larga cola para pillar la entrada. Septiembre de 2014… la ola de amor de avecina, cientos de voluntarios, artistas y medios se preparan para lo que será el fin de semana con las mayores y mejores vibraciones. Se trata de Organic Roots, un festival hecho desde el corazón.
En el número 5 de 2013 del periódico Soft Secrets se podía leer lo siguiente: Algunos festivales hablan de “love edition”, en Organic Roots no hace falta ni decirlo, se palpa en el ambiente. Es curioso que del festival, con el suculento y nutrido cartel que tiene, el público destaque la armonía y la calidez del clima que se crea. Y es que poner un pie en Organic Roots es entrar en la familia orgánica. “All tribes are welcome” y en Organic lo hacen con un abrazo.
¿Como se consigue tanto “amor” y “fraternidad” en un festival, entre personas que muchas ni se conocen? Ruben Selektah de Organic Roots Crew, bien nos lo explica: La clave es que el 100% de los currantes son voluntarios. Contamos con más de 200 voluntarios para llevar a cabo el festival. Cuando alguien hace algo de forma voluntaria, consciente de que no hay remuneración económica, lo hace por voluntad propia, por amor. Cuando haces las cosas por amor se nota, se nota que no estás puteado porque cobrás más o menos, se nota que no estás deseando fichar para irte a casa. Si hay tanto amor es gracias a los voluntarios y a las ganas que le ponen.
Mi recomendación para cuando vayais a Organic Roots Festival es que no vayais con prisa ni obcecados con el Sound System, sino disfrutar de cada momento y estancia. Todo, absolutamente todo, ha sido autoconstruido o reciclado por esos 200 voluntarios de los que hablábamos. Desde la entrada con los tickets, cada área, cada cuadro o mural, cada caseta, hasta los Sistemas de Sonido. Una vuelta al mundo artesanal.
Pero todo esto, de poco o nada serviría si no fuese acompañado de un cartel apto hasta para los más sibaritas del sonido; al igual que tampoco serviría de nada tener un pedazo de cartel sin el amor y las ganas que estos chicos le ponen. He visto a grandes artistas internacionales llegar al recinto, soltar sus bártulos y ponerse a montar escenarios y carpas; he visto a los mejores sinjays y selektahs de Europa comiendo en la misma mesa que todos nosotros; he visto a los grandes promotores de eventos llegar para echar un vistazo y quedarse todo el festival…. es el “Efecto Organic”, y da igual que seas Aba Shanti I, Jah Shaka o el que pica los tickes en la entrada. Aquí sólo hay un lema “Just love and unity, no fight, no competition”.
Autor: Miky Perez