De principio a fin, la velada del pasado viernes 20 de Marzo en la sala La Mirona (en Girona, dentro del programa del Black Music Festival)  fue una descarga de buenas vibraciones, de las que ya sabemos que solo el buen reggae consigue transmitir.

La primera en pisar el escenario fue Daba Makourejah, con su presencia familiar y desenfadada y con su voz, clara y suave pero a la vez potente y llena de matices. La artista senegalesa mostró la faceta rítmica más puramente africana que la música jamaicana pueda incorporar, del mismo modo que se movió sin dificultades por el Funk, el R’n’B o el Hip Hop, destacando sobretodo su dominio en el Rap.

Durante su actuación, Daba sorprendió y conmovió al público en momentos muy especiales, como su tributo a Cesárea Évora cantando Tiempo y Silencio, el punzante contenido político de su tema System is a Fraud o el final con Bamba, el mejor remate posible con su tema más conocido. Incluso se tomó unos instantes para transmitir la necesidad de dar apoyo a las bandas, artistas y Sound Systems locales, haciendo referencia a los propios Island Defenders y a los Arise, Sound System de Girona.

Toda esta fusión resultó un reto para la banda, superado con creces, por supuesto. Su sonido era cálido y lleno de fuerza, tanto por la potencia y calidad de las líneas de bajo como por la complejidad y originalidad rítmica, entre la batería y las percusiones. Se agradeció muchisimo la presencia de la corista, que fue el contrapunto perfecto para la voz de Daba. Y por supuesto, si algo no pasó por alto fueron sus grandiosos momentos dubwise.

Ahora bien, tanto la banda como el público se vinieron arriba cuando aparecieron por un lado otra corista y por el otro una sección de vientos conformada por una trompetista con un sonido exquisito y los dos principales saxofonistas de los Gramophone All Stars. El sonido empastado y Old-School de los vientos combinado con los teclados más digitales conformaron un dub instrumental de puro lujo.

Todo estaba ya preparado, pues, para la entrada del alegre y enérgico Nereus Joseph. El cantante caribeño ofreció una voz  amable y muy bien afinada, lo que se transformó en un sonido reggae muy cálido y agradable, poniendo una sonrisa en cada boca. Las melodías de sus canciones sumadas a la banda fueron toda una lección de lo que significa feelin’ irie.

Se pudo notar esta atmosfera especialmente en temas como Africa for Africans, que el propio Nereus aprovechó para soltarse las dreadlocks y bailar un dubwise muy rítmico que no dejó a nadie indiferente, o su famoso Soul Rebel con Gappy Ranks (haciendo él mismo las estrofas de Gappy y animando a la sala a corear con él). El inolvidable bis, para terminar por todo lo alto, fue el clásico The Drifter de Dennis Walks, en colaboración con Daba Makourejah, dejando la audiencia en una burbuja de felicidad.

Después de la actuación, los Island Defenders explicaron satisfechos la gran conexión musical y personal que establecieron con Daba Makourejah, así como el orgullo de haber superado el reto musical de acompañar a un grande como Nereus Joseph. Ambos artistas  mostraron también agradecimiento a la banda, encantados por haber compartido el escenario.

Así pues, todo el que asistió aquella noche pudo disfrutar de la dosis perfecta de sibaritismo del reggae con catarata de good vibes, luchando contra el frío de la calle con el calor de la música.

Texto: Mikel Pérez Terrón

Fotos: Laia Buira laiabuira.com  flickr