Lecciones y espectáculo. Crónica del 17 de Agosto en Rototom
Tras dos días de festival el cuerpo empieza a resentirse, las piernas se notan ya cansadas y la mente trabaja en ese esfuerzo de intentar coger el ritmo a un festival que no duerme, que con la cantidad de escenarios y actuaciones es imposible ver todo, además de los continuos encuentros con hermanos/as y amigos/as. Pero a pesar del cansancio uno se empieza a animar nada más ver la alegría y las vibraciones con las que el público afronta cada día.
Ayer fue 18 de agosto, aniversario de Marcus Garvey, figura importantísima para el movimiento Rastafari y como no podía ser de otra manera al de poco de llegar al recinto nos acercamos a la House of Rastafari donde se estaba celebrando un Nyahbinghi, un dos, un dos, el latido del corazón, música espiritual para comenzar la noche con fuerza.
Un lujo para abrir el Main Stage fueron los Pioneers. Este dueto vocal jamaicano hicieron las delicias del público aficionado al Ska y Rocksteady, muy bien acompañados por la banda de Lloyd Parks a la cual es un lujo poder haber visto dos días interpretando dos estilos muy diferentes, demostrando que esta banda puede tocar cualquier estilo de reggae con grandeza y solidez. The Pioneers interpretaron algunos de sus temas más clásicos como “Feeling High” o su versión de “Papa was a rolling Stone”. Mi única pega es que no les hubiese puesto para abrir la noche sino más tarde y con más público pues estos veteranos de la escena lo tienen sobradamente merecido.
Y digo esto de que Pioneers no se merecía abrir la noche porque la siguiente banda en actuar Kachafire hubiese sido más adecuada. No digo que el concierto fuese malo, la banda sonaba con solidez pese al toque popero y la fuerte influencia que se notaba en el sonido de bandas como UB 40 o Steel Pulse. No soy el mayor fan de este tipo de bandas pero cuando hay calidad musical también hay que reconocerlo. Aunque el nivel de su actuación obviamente estuvo muy lejos de lo que estaba por llegar al Main Stage, la leyenda del reggae Bunny Wailer.
La banda que acompaña a Bunny Wailer comenzó abriendo el concierto con un extraordinario sonido tanto por parte de cada músico como por parte del técnico de sonido. La calidad del sonido del Main Stage era tremenda y comenzó a sonar el un dos, Nyahbinghi, Rastaman chant! Para que su eminencia el señor Bunny comenzase el bolo saliendo al escenario poco a poco. Se le notaba un poco cansado pero muy bien de voz. Avanzaron el concierto tocando algunos temas como “Armagidion” o “Rastaman” de su famoso álbum Blackheart man. Siguió el repertorio tocando algunos temas de “The Wailers” como “Trenctown Rock” o “Simmer Down”. Hubo un momento en el que el artista se retiró a la parte trasera del escenario al parecer por problemas de salud pero al de poco volvió para tomar la delantera del escenario y cerrar un concierto apoteósico.
La verdad, la noche de ayer fue un poco rara pues ver a una leyenda del reggae antes del show y fiestón que se pegaron Major Lazer fue algo realmente extraño. Tengo que confesar que no soy muy fan de esta agrupación pero no se puede negar que lo de ayer fue un autentico espectáculo. Cabe destacar el despliegue tanto de sonido como de imagen y luces, sin duda el despliegue audiovisual más grande que ha habido nunca en el escenario del Rototom. Un auténtico show en el que uno no sabía que sería lo siguiente, entre los cañones de humo, la pelota humana rodando por encima del público, las imágenes psicodélicas que aparecían continuamente en las pantallas, la escenografía y coreografía brutal de las bailarinas etc. Y qué decir del público, miles de personas saltando como locas, hubo desmayos en las primeras filas antes de que comenzase el show. El forward que tiene esta gente es indudable y era algo realmente palpable cuando sonaron temas como el “Bumaye” o principalmente cuando sonó el “Lean on” pues el público enloqueció. Podían apreciarse miles de móviles grabando la escena, cientos de mujeres subidas a hombros coreando la canción. En definitiva un auténtico show que no se si merece el pastizal que se lleva esta gente pero que sin duda ha marcado historia en los escenarios del festival.
Después de la locura y el fiestón de Major Lazer nos fuimos buscando calma al escenario del Ska donde se presentaba una leyenda de la música reggae, el grandioso Bunny “Striker” Lee, culpable de una lista infinita de hits sobre todo en la década de los setenta y ochenta. Una sesión que iba turnando ska y rocksteady con roots, seleccionando temazo tras temazo, clasicazo tras clasicazo, todo sonarizado a la perfección por Green Light Sound System con Lek a los controles. Un privilegio poder ver a este monstruo del reggae mostrándonos musicalmente la historia de este género.
Antes de retirarnos nos pasamos por el Dub Academy donde el sonido digital fue el protagonista de la noche pues se presentaron dos sounds que son maestros en este sonido como Mungos Hi Fi y Classic Wonder. Digital killers uno tras otro acompañados por las versiones dub que interpretaban con soltura los MC’s Solo Banton por parte de Classic Wonder y Charlie P por parte de Mungos Hi Fi. Un auténtico fiestón para terminar la noche e irnos a dormir muy cansados pero con la sonrisa en la cara sabiendo que al día siguiente nos espera otro día de la Peace Revolution.
Texto: Idren Igor
Foto: Lorena Hernández