Y llegó el último día de la revolución de paz. El festival estaba llegando a su fin pero todavía faltaban muchas emociones por vivir. Un día definitivamente marcado por la polémica actuación de Matisyahu, algo que podía palparse en el ambiente, mucha más presencia policial tanto por tierra como por aire, una larga cola para entrar pues los controles de seguridad se habían intensificado, un mayor número de personas de seguridad dentro del festival, la ampliación del foso de los fotógrafos ante de la previsión de mayor número de prensa etc.
Pero polémicas aparte, en esta crónica me toca ceñirme a lo musical, además por casualidades del destino ni siquiera pude acercarme a ver a Matisyahu ya que me encontraba en medio de una entrevista con el jamaicano Micah Shemaiah, escuchando la palabra real del Rastaman quemando todo tipo de polémicas políticas. Y sobre la actuación de Matisyahu poco más voy a decir, nunca me ha gustado este artista, recientemente lo había visto en otro concierto y no es de mi estilo pero tengo que reconocer la calidad musical de todos los integrantes.

A Etana, la en principio encargada de sustituir a Matisyahu, le tocó al final abrir la última noche de festival. Comenzó fuera del escenario cantando la versión de Bob Marley “Selassie is the Chapel”, pelos de punta, esta mujer tiene un vozarrón increíble, en cuanto a voz de lo mejor que ha pasado este año por el escenario del Rototom. Un repertorio en el que continuamente mezcla temas propios con versiones como “Stepping out of Babylon” de Marcia Griffiths que sonó tremenda.

Mientras tanto en el showcase el encargado de abrir la noche fueron el brasileño Dada Yute y su Royal Reggae Band. En mi opinión tanto el cantante como la banda sonaron mejor que varias de las actuaciones que he podido ver este año en el Main Stage. El cantante brasileño tiene una gran voz y sabe cómo conectar con el público. Alternando entre el portugués y el inglés supo comunicarse con el público con una actuación enérgica, siempre perfectamente acompañado por la banda. El artista hizo varias reivindicaciones, entre ellas la de la mayor presencia del reggae brasileño en el panorama internacional, y no puedo estar más de acuerdo, Brasil es un país lleno de músicos de gran talento y donde parece que sienten el reggae como su propia música.

Los siguientes en actuar en el Main Stage fueron los jamaicanos Uprising Roots, una banda donde el cantante es el batería, algo que tiene un gran mérito poder cantar en tono mientras tocas la batería a la vez. La banda suena bien roots, con una gran influencia Nyahbinghi, se percibía solidez y profundidad en esta actuación.
Siguiendo con la apertura de los jamaicanos apareció en escenario Protoje. El festival estaba ya a rebosar de público para disfrutar de la actuación del artista y la magnífica “Indignation Band”.  Es la tercera o cuarta vez que veo al artista recientemente; me parece excesivo el bombo que se le está dando pero la verdad que se lo ha currado, y todo el mundo coreó canciones como “Kingston be Wise” o “Who knows”, una actuación correcta.
Sin duda, lo mejor de la noche estaba llegando a su fin, ya sólo quedaban dos conciertos que a mí personalmente me dejaron bastante indiferente.

Matisyahu ya lo he comentado por encima. Como puede verse en la foto parte del público se acercó con banderas palestinas y dieron la espalda al cantante, incluso llegaron a tirarle una zapatilla por lo que me han contado.

En cuanto a SOJA, la palabra es “demasiado”. Demasiado guitarreo, demasiado show, demasiada influencia heavy o rock, fue de todo menos un concierto de reggae. Y por lo que he podido hablar con diferentes personas no es sólo mi opinión, SOJA se dedica demasiado a dar espectáculo y poco a la música.

Acabadas las actuaciones en el Main Stage, tocaba el turno de Micah Shemaiah con Stone Love en el Dub Academy y los veteranos Saxon Sound con Tippa Irie y Papa Levi en el Dancehall. Dos grandes actuaciones de Sound System para cerrar la noche. Nosotros, como de costumbre, nos decantamos por los 24 scoops de Blackboard Jungle y fuimos a ver la actuación de las nuevas promesas de la música jamaicana, pues junto con Micah estuvo Kazam Davis y una dama jamaicana cuya identidad desconozco, y también se acercó a cantar algún tema Forelock.

Es algo realmente positivo ver a nuevas promesas de la música jamaicana sonorizadas por un veterano Sound System Europeo como Blackboard Jungle, que fueron los encargados de cerrar la noche elevando las vibraciones por todo lo alto.
Acabado el festival sólo queda dar gracias. Gracias a todo el staff de rototom desde prensa hasta camareros y trabajadores de la limpieza, gracias a todos los artistas, gracias a todos los festivaleros, gracias a todos y cada uno que puso su energía para hacer que esta revolución de paz se llevase a cabo.