https://www.youtube.com/watch?v=RJof2jp-F4k

Hace unos meses que en redes sociales se viene recrudeciendo el debate sobre el canibalismo cultural y la descontextualización que el sistema ejerce sobre la cultura africana y la caribeña, heredera de esta. El caso del reggae, el dancehall y el rastafarismo está siendo especialmente utilizado para campañas publicitarias, colecciones de moda y todo tipo de empresas culturales, despojando de contenido, profundidad y mensaje la cultura y la música que tanto queremos.

El último ejemplo de esto es el tráiler de Assassins Creed, la película basada en la famosa saga de videojuegos en la que Asesinos y Templarios se juegan el control del destino del mundo en el transcurrir de los siglos. Esta película llevará a la hermandad de los asesinos a la España de la inquisición.  En el tráiler se puede escuchar durante algunos segundos la voz del King Shango, Capleton. Sin ser especialmente sangrante  nos puede servir para poner la cuestión sobre la mesa.

Otro caso reciente es el del anuncio del LG G5 protagonizado por Jason Statham en donde aparece el tema «Everybody Move» de Busy Signal.

Especialmente grave es el caso de la marca Tommy Hilfigger que lanzó una colección de ropa inspirada en el rastafarismo, habiendo sido denunciado por explotación laboral, en la propia Jamaica, en documentales como Life & Debt (el cual recomendamos).

Hay quien opina que este fenómeno ayuda a visibilizar la escena reggae/dancehall y que hace crecer la industria otros, piensan que es una falta de respeto a una cultura arraigada en un contexto sociocultural tan especifico que no se debe desprender de él. Abrimos debate.