Crónica del Iboga Summer Festival
La playa de Tavernes de la Valldigna se convirtió ayer en un escenario de energía positiva y ritmos mestizos durante las diez horas ininterrumpidas del primer día del IbogaSummer Festival. Ibogueros llegados de toda España y otra latitudesdisfrutaron de las músicas balkan, gypsy, reggae yska ofrecidas por grupos nacionales e internacionales como Empatee du Weiss, Spin Te Kú y DubiozaKolektiv, y por DJ de la talla de Benny Page y Gramophoneizde. Alpha Blondy, The Slackers y Dub FX fueron los cabezas de cartel en la jornada inaugural del festival, que en su cuarta edición se ha consolidado plenamente como el único evento español especializado en música balcánica.
Los italianos Empatee du Weiss inauguraron las actuaciones en el escenario principal con su mezcla instrumental de ska, jazz, reggae y ritmos balkan, en lo que supuso tanto su debut ante el público español como un buen aperitivo del festival. Inmediatamente después aparecieron en escena The Slackers como primer cabeza de cartel. En la única parada española de la gira internacional de presentación de su nuevo disco,la banda neoyorkina de ska fundada en los 90 fusionó los primeros sonidos jamaicanos con la música americana de los años 50 y 60. Pasadas las diez de la noche inició su actuación el marfileño Alpha Blondy, rey del reggae africano, con la orquesta The Solar System y un mensaje reivindicativo y pacifista, que tuvo su manifestación más destacada con la conocida canción “Peace in Liberia”, con la que AlphaBlondy pidió paz para todo el mundo.Además los ibogueros pudieron escuchar temas dePositive Energy, su último disco, que reúne diferentes sonidos de África en una torre de babel de canciones que incluyen desde el dioula al inglés, el francés, el hebreo y el árabe en sus letras.
Los decibelios aumentaron a partir de entonces en paralelo a las ganas de bailar. Primero, con el ska rock de los madrileños Spin Te Kú, cuya actuación alcanzó su punto álgido con el tema Ibogaína, autoproclamado como himno del Iboga. Después con los bosnios Dubioza Kolektiv, otro de los nombres esperados de la noche por su contundentemezcla de ska, rock, folclore bosnio y mensaje reivindicativo.Temas como Red Carpet, que cuenta con la colaboración de Manu Chao en su última grabación, desataron la locura entre los ibogueros.Entrada la madrugadase presentó el tercer cabeza de cartel, el beatboxer australiano Dub FX, que con su improvisación y ritmos rápidos puso el acelerador a una noche a la que todavía le quedaba mucho que ofrecer.
Cerraron la jornada los DJ Benny Page y Gramophonezdie. Los platos dominaban el escenario pero los ritmos sonaban a raggajungle en el primer caso y gypsy en el segundo.
La locura balcánica conquistó ayer la playa de Tavernes de la Valldigna durante la segunda jornada de Iboga Summer Festival. El músico y compositor Goran Bregovic encabezó el cartel con su Orquesta de Bodas y Funerales. También fue un día de grandes debuts. Las formaciones de swing Tape Five y Tia Bradza junto a los grupos Blow y Äl Jawala hicieron su presentación ante el público español en el Iboga.
Solo habían pasado dos años desde su primera visita al festival en 2014 pero el regreso de Goran Bregovic era muy esperado por los ibogueros. Sentado y de blanco como la última vez, y acompañado por su orquesta de músicos y coristas caracterizados con trajes típicos de los Balcanes, Bregovic desató la locura nada más comenzar el concierto. Los bailes del público levantaban una humareda de polvo que se fue haciendo más grande conforme avanzaba. Sonaron temas del álbum Champagne por Gypsies pero el broche final lo pusieron “Bella Ciao” y “Kalasnjikov”. Horas antes el trío Blow inauguró el programa del escenario principal. Dos saxofones y una batería fueron suficientes para crear el sonido de una auténtica banda con guitarra y bajo incluidos. Su característica puesta en escena con máscaras dejó todo el protagonismo a la música. A continuación la canadiense Tia Brazada sedujo al público con su voz melódica y sensual. Ataviada como una estrella pin-up, boa de plumas y gafas de sol de gato incluidas, invitaba a seguir el ritmo de su repertorio de jazz swing que fue in crescendo hasta alcanzar ritmos cercanos al charlestón. La formación franco-alemana Äl Jawala cambió de registro con su sonidogypsy de fondo electrónico, conseguido solamente con metales, percusión y saxofones. “Wake up”, el primer tema de su último disco Hypnophonic con reminiscencias al sonido Bollywood, daba comienzo a su actuación. Sin embargo, el momento de mayor conexión con el público se produjo cuando los músicos se reunieron en corro en la arena mientras seguía el concierto.
Tape Five devolvió el swing al escenario del Iboga. El alemán Martin Strathausen se apoderó de las tablas como un gran divo del género para tocar temas de su recién publicado trabajo Circus Maximus, como “Mad Dogson the Scene”, pero también versiones de grandes clásicos como “Summer Time”. El punk folk de los locales X-Fanekaes tomó el relevo a Bregovic cuando las ganas de danzar ya eran insaciables. Con el álbum Sexe, cassalla i punkfolk recién publicado y tras pasar por la carpa de circo en 2015, los valencianos mostraron una gran entrega. Y con el nivel más alto de locura iboguera, los húngaros Bohemian Betyars hicieron su aparición en el Iboga por tercer año consecutivo. El cierre de la noche estuvo reservado a Little Big.
El Iboga Summer Festival, principal festival español especializado en música balkan y en el que también tienen cabida los ritmos gypsy, swing, ska y reggae, concluyó ayer su cuarta edición en la playa de Tavernes de la Valldigna. Alrededor de 30.000 ibogueros procedentes de toda España y también de otros lugares de Europa han pasado por el recinto de miércoles a domingo, donde han podido disfrutar de 80 horas de música ininterrumpida con las actuaciones de 24 bandas y DJ procedentes de 15 países en el escenario principal y de alrededor de 40 actuaciones y actividades paralelas en la carpa de circo utilizada como escenario secundario. El cartel estuvo encabezado el sábado por la gran fiesta ska de los londinenses Bad Manners, después de que en días anteriores actuaran los neoyorkinos The Slackers, el marfileño Alpha Blondy, el australiano Dub FX, el yugoslavo Goran Bregovick y los bosnios Dubioza Kolektiv.
El festival ha cumplido las expectativas de asistencia al ganar un 36% de participantes respecto a los 22.000 que congregó el año pasado. “Estamos muy satisfechos de haber alcanzado este número de asistentes en solo cuatro ediciones”, aseguran Álvaro Garro y Ángel Crespo, codirectores del festival, para quienes la cifra “demuestra que existe un público interesado en músicas tradicionalmente asociadas a las minorías y que hasta hace poco no estaban presentes en los escenarios españoles”. “El Iboga se ha consolidado como único festival español de sus características gracias a un público entregado y fiel que lo ha convertido en la principal referencia española del circuito internacional de música balkan y gypsy ”, afirman.
Los organizadores han destacado la colaboración con el Ayuntamiento de Tavernes, que por segundo año ha facilitado que el recinto reúna las condiciones necesarias para albergar el festival y garantizar el disfrute de los asistentes; con Som Energia, para suministrar electricidad 100% verde; y con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, a la que se han donado abonos por valor de 6.000 euros y a través de la cual se ha facilitado la asistencia de personas refugiadas al festival en calidad de invitadas.
El programa del sábado en el escenario principal empezó con Gypsy Ska Orquesta, ganadora del concurso de bandas emergentes, en cuya fase previa participaron 42 candidatos. Para el grupo de origen venezolano es una gran noticia el haber ganado ya que da sentido a su apuesta de incluir España dentro de su gira europea. “Fue riesgo que tomamos y una inversión grande pero vimos que había una oportunidad de ganar”, explican.
Tras ellos, los belgas de OPMOC regresaron a las tablas del Iboga para animar el atardecer con su peculiar fusión de estilos y guiar al público en sus bailes, que acataba sus órdenes divertido. En un mismo tema fue posible escuchar una sirena y un jam blockacompañando tanto ritmos ska punk como acordes de salsa. A continuación la cumbia chilena de Chico Trujillo llenó de color y folclore latino la fiesta iboguera. Por primera vez este género popular latinoamericano sonaba en el festival con un entusiasta recibimiento por parte del público. El siguiente grupo también era muy esperado. Con 20 años sobre los escenarios, los Kultur Shock aterrizaban en el Iboga con su contundente fusión de gypsy punk y balkan rock. La banda de Gino Srdjan Yevdjevich dio muestra de una gran entrega y energía. Justo después hicieron su aparición Bad Manners que, encabezados por el carismáticoBuster Bloodvessel, espolearon los pies del público iboguero haciéndole saltar y bailar con hits como Lip up fatty, Sally Brown,Lorraine e incluso versiones de Can’t take my eyes of you, Woolly Bully y Can-Can. Los británicos están de tour de 40 aniversario y había que celebrarlo por todo lo alto. Los griegos de Koza Mostra tomaron el relevo con un directo donde sonaron otros matices delbalkan, aquel que surge en la península helénica y se funde con otros sonidos contemporáneos.
El cierre del Iboga corrió a cargo de los valencianos La Trocamba Matanusca y de los gallegos Chotokoeu. Ambos repetían tras pasar por el escenario principal el pasado año, pero estaban designados a poner el punto y final a esta cuarta edición al representar entre ambos la fusión de balkan, gypsy, swing y ska que caracteriza al festival, y ser dos de los grupos más aclamados por el público iboguero.