Llega el colofón de un fin de semana de oro para los amantes de las bajas frecuencias y, a falta aún de un tercio del festival, el balance en general empieza a escucharse, y sentirse, bastante positivo por no decir, de lujo.
La joven promesa Adala nos daba la bienvenida a la última tarde de Back a Yard, junto a King Siva y familia, de nuevo dejando patente que el legado del reggae estatal no puede estar en mejores manos; lástima que no pudiéramos quedarnos hasta el final ya que en el Rub a Dub se empezaban a afilar los cuchillos para el Clash entre Fire Warriors y Chalice Sound, y no queríamos perdernos ninguna ronda.
Esperamos poder escuchar el audio oficial para dar buena cuenta de lo que allí ocurrió, ya que, tras unas cuantas rondas de evidente supremacía del sound catalán, tuvimos que correr a ver otra de las actuaciones que por nada estábamos dispuestos a perdernos, Ondubground en el Monkey Dub. Más tarde volveríamos para ver finalmente como Fire Warriors se hacían con el trofeo, tras remontar en un disputado Dub fi Dub final después de los envites de Chalice Sound en las rondas anteriores.
Ondubground tenía al Monkey Dub danzando sin parar y es que no paraban de sonar producción tras producción de estos grandes creadores franceses, no solo de enormes y originales cortes, sino también de una plataforma de distribución de música que hace las delicias de todos los que mes tras mes no les perdemos la pista. (enlace a
odgprod.com).
Antes de volver al Back a Yard a ver a Supa Mana junto a I-Leen, otra de las representaciones femeninas más prometedoras del festival, los inconfundibles sonidos de Deep Frequency y de War in the Ghuetto nos daban la despedida haciéndonos quedarnos unos minutos más.
Recordábamos la actuación de Panda Dub en la pasada edición como una de las más potentes de los tres días, con lo que no nos quisimos perder el live que habían preparado en el Main Arena, a pesar de ser aun de día.
Al cabo de un rato de disfrutar las últimas joyitas del productor francés, el equipo de Blackboard Jungle comenzó a expulsar bocanadas electrónicas que hicieron que volviéramos al exterior a disfrutar del inconfundible sonido de Vibronics, junto con el señor Echo Ranks al micrófono.
Mientras tanto, el clash tocaba a su fin y aparecían en escena YT junto con Solo Banton, quiénes se iban turnando a la selección y al micro en un repaso por todos los big tunes clásicos que os podáis imaginar. Tune and versión en un delicioso estilo UK con improvisaciones que arrancaban el forward del público a cada disco que volteaban estos dos pesos pesados.
Y sin tiempo apenas tampoco quisimos perdernos el cierre del Back a
Yard a manos de
Green Light junto con todo el plantel de invitados que pasó por allí:
Iseo, Irie Souljah, Sr. Wilson y
Alex Bass, solo por nombrar unos cuantos.
Brutalidad, exclusivas, mensaje y agradecimientos a partes iguales en este cierre por todo lo alto del sound anfitrión del espacio y el festival; ole.
Y como nos contaba Miky: «¿Sabes qué es más exclusive que un dubplate?», escucharlo en el Hortidub: un espacio para unas 200 personas en un festival de miles; un garito a modo de aula magna con el control en el centro y la massive arropando desde arriba … te hace sentir muy privilegiado estar ahí en muchos de los momentos que ahí se generan; como por ejemplo poder ver a
Ashanti Selah con
Jr. Roy representando el estilo UK, o viendo representada la más pura presencia del dub de Euskadi en los bolos de
Antxon Sagardui o
Lo-end Dub en el sound system de
Bomb Bass HiFi.La sala es oscura, pero después de tres días te haces a sus cosillas, su cola (gracias a la organización por cedernos unos pases para poder entrar directamente y así no perdernos nada) y demás peculiaridades como que los big tunes en el Hortidub no solo se escuchan, sino que también se ven. Se ven a modo de linternas de móviles grabando y entre un bosque de brazos, y es que cada vez que Novato cogía el micro la sala se iluminaba entera de luz blanca.
Se seguía sintiendo fuerte la presencia del foundation en el festival puesto que
King Jammys destrozó el Main Arena con su increíble estilo, leyenda viva de la historia jamaicana que nos deleitó con riddims clásicos de creación propia que
han hecho historia en la música jamaicana, marcando un antes y un después, y que hicieron lo propio en el Main del festival. Su selección también nos permitió disfrutar de un descanso en la grada cargando las pilas para el cierre con
Iration Steppas, que recogieron el testigo de Jammys empezando algo más flojo de lo que suelen hacerlo, pero acabando la sesión en su patentada vanguardia del dub, increíble.
Y de nuevo llega la hora de las conclusiones y de los balances y, tras tres días de convivencia, música y reencuentros … parece no haber demasiadas pegas para decir bien alto que IDG se hace un más que merecido hueco en el calendario festivalero, con solo una trayectoria de dos años recién cumplidos.
Como cualquier organismo que crece, los puntos a mejorar también lo deben hacer, como puede ser el tema de las colas y de las ofertas de escenarios nocturnos, algo que estamos seguros que para la siguiente edición se tendrá muy en cuenta.
Por lo demás, solamente felicitar a todo el equipo que hace esto posible y mandar un fuerte big up a todos aquellos amigos y familia a los que hemos podido ver por todo el recinto y el stand de ACR.
Hasta el año que viene familia!!
Llega el colofón de un fin de semana de oro para los amantes de las bajas frecuencias y, a falta aún de un tercio del festival, el balance en general empieza a escucharse, y sentirse, bastante positivo por no decir, de lujo.
