The Gramophone All Stars. Barcelona
¿Existe en Catalunya vida más allá del fofo, reiterativo y blandengue “folky-popy” que frecuentan ManelAmicsdelasArtsAnnaRoigMazoni?
Pues a pesar de que a los medios generalistas les agrade desmentirlo, parece ser que sí.
Grupos apasionados y de categoría como The Pepper Pots, The Kinky Coo Coo’s, The Oldians, Soweto, The Gramophone All Stars y alguno más, luchan con las armas del buen gusto musical y el odio a la ñoñez por hacerse un espacio en los oídos de un público teledirigido por unos cuantos sabiondos.
El asunto que nos ocupa, el de The Gramophone All Stars, tiene la gran virtud y al mismo tiempo enorme peligro de buscar la fuente de inspiración en ese submundo tan estimulante y poco agradecido del Ska, el Cool-Jazz, el Soul e incluso el Bolero. El resultado es dispar pero las intenciones maravillosas.
La banda liderada por Genís Bou está sacando a pasear su tercer larga duración, “Levitant a la Deriva” (2011) y la Sala Salamadra 2 del Hospitalet de Llobregat fue la encargada de recibirlos con el buen sonido que la caracteriza.
Si algo no se les puede negar a los Gramophone es el buen gusto a la hora de escoger canciones para reinterpretarlas, “Move On Up” de Curtis Mayfield, “Sir Duke” de Stevie Wonder o “I’ll Be Around” de The Detroit Spinners, son monumentos atemporales que muchos han soñado hacerlos suyos. El riesgo es infinito pero salen del empeño sin graves daños colaterales.
También salen bien parados de la dificultad de afrontar un bolero como «He Perdido Contigo» de la cubana María Teresa Vera o del estilo Funky-Reggae de “Love You Like A Woman”, donde los vientos dieron lo mejor de sí mismos.
En cambio la sosería se apoderó de “Vine” y la voz de su cantante Judit Neddermann frenó el empuje neoyorquino del boogaloo “Shoot Me”.
La Neddermann es una cantante de fino estilo y voz almibarada que recuerda a Sade o Tracey Thorn y que se desenvuelve mucho mejor en el medio tiempo que en el desgarre rítmico. “Song For My Father” y “Després de Plorar” le van que ni pintadas pero “Funky Kingston” le queda fuera de medida. Acabar un concierto con la memorable pieza de Toots puede conseguir un “subidón” o que afloren tus peores defectos. En el caso de The Gramophone All Stars, sólo indica que a su manera de tocar le va mejor la sutileza que la potencia.
Genís Bou y sus huestes están en el buen camino, únicamente les falta que aquellos que al escuchar un acorde de Reggae huyen despavoridos, olviden sus prejuicios y se sienten un ratito a escuchar música fina y bien interpretada.
Una mención aparte merecen los teloneros DMDB, una jovencísima formación Barcelonesa que hacen de la imperfección la mejor de sus virtudes.
Abrazan con frescura el Ska y el Reggae y cuentan en sus filas con Paula Buigues, una cantante de gran potencial a la que sólo le faltan por pulir los defectos de su bisoñez.
A seguirles toca.
Texto: Barracuda
Fotos: Laia Buira