Rototom Sunsplash. 18 de Agosto
Les contaré una pequeña anécdota: Este cronista ayer tuvo un mal día. Vivir un Rototom es una experiencia sin igual pero dura, se duerme poco y mal, comemos a deshoras, el calor se hace insoportable y el metabolismo se altera. Se preguntarán ustedes si vale la pena tanto sufrimiento, pues los que nos dedicamos a esto creemos que si y no tan sólo por el placer de poder ver a figuras a las que admiras sino porque las relaciones personales de las que disfrutas te marcan de manera irreversible.
Ante los problemas físicos que padeció ayer un servidor, todo fueron atenciones, buenas caras y ayuda desinteresada. Lo de la familia Rototom puede parecer un topicazo pero ayer se demostró que es una verdad más grande que toda la extensión de los terrenos de Benicàssim donde se realiza el festival. Desde el fondo de mi corazón gracias infinitas.
Y además del apoyo constante, pasada la medianoche ocurrió un milagro: Apareció encima del escenario vestido de Virgen de Fátima el señor Freddie McGregor para reconducir de forma instantánea un día que se estaba convirtiendo en interminable. Para explicar porque se produjo tal milagro, el lector tendrá que esperar, ya que antes de su show, ocurrieron muchas más cosas.
Giuliano Palma es un artista muy conocido en Italia, su país de origen, pero casi inexistente para los oídos de los aficionados españoles, de hecho nunca había pisado ningún escenario de la querida patria. Por eso y por su gran reputación de showman había ganas de verlo en acción y no defraudó en absoluto.
Leemos en una publicación que Muchachito, Calle 13 y Giuliano Palma & The Bluebeaters son la apuesta no-reggae del festival. Craso error. Es cierto que el estilo del italiano no oculta su amor por el “pop” pero aún lo es más que desde los instrumentos de sus magníficos músicos, brotan auténticas notas de sonido jamaicano. Las magníficas versiones de “Do I Worry”, “Nimrod” o “I don’t Want to see You Cry”, lo atestiguan.
Gracia, buen gusto y estilo, invitan a los que no lo conocían a descubrirlo, se llevarán una grata sorpresa.
Muchas veces los jurados se equivocan pero al decidir que los serbios Irie FM fueran los ganadores del European Reggae Contest 2012 que da entre cosas el premio de actuar en el escenario principal del festival, da la impresión que acertaron de pleno.
No será fácil llegar al gran público desde Serbia pero si lo consiguen triunfaran de pleno. Buena instrumentación, compenetración perfecta y una amalgama de estilos que juntos llevan a un todo final de gran colorido. Magnífico su líder y trombonista que supo llevar a buen destino el cruce de reggae y funk con el que están dispuestos a comerse el mundo. Gratísima sorpresa.
Da la impresión que la crisis también ha llegado al Rototom porque creemos que el sonido ha perdido calidad en comparación con años anteriores y parece que falta “chicha” como diríamos en argot, si no es cierto aquí estaremos para desmentirlo.
Este teórico empeoramiento sonoro, dificultó la puesta en escena de una de las nuevas revelaciones del reggae jamaicano: Raging Fyah.
Empeñarse a crear un grupo joven de instrumentistas en Jamaica donde ahora impera la ley del botoncito, es casi tan arriesgado como lanzarse a un gran acantilado.
Cierto es que todavía tendrán que mejorar su nivel compositivo, algo justito en ocasiones para llegar a su objetivo pero apuntan buenas maneras y la ilusión que transmiten al hablar con ellos es contagiosa. La versión de “My Conversation” en el final de la actuación junto con el “jingle” que ofrecieron a los compañeros de Sound System Fm, fueron más que soberbios. Escuchen su trabajo “The Judgment Day”, si les gusta el roots reggae bien tocado, disfrutarán.
Marcia Griffiths se enfada con el batería y tira su pulsera al suelo, no ha entrado a tiempo. ¿Caprichos de diva? No. Cabreo de quien se sabe poseedora de la razón y quiere que la perfección impere en su trabajo. Es tanta su categoría de artista que al mínimo fallo se enfurece desatadamente. La Griffiths, en un estado de forma vocal de impresión dedicó casi toda su actuación a celebrar el 50 aniversario de la independencia de Jamaica. Lo hizo acordándose de casi todos los artistas que han contribuido a que el fenómeno de la reggae-music se haya extendido por el mundo entero. Recordó a Sugar Minott, Alton Ellis, Phyllis Dillon, Bob Marley, Peter Tosh y regaló estupendas versiones de clásicos como “Israelites” o “My Boy Lollipop”, tema que pasó de ser una bonita cancioncilla a un “temón” en un instante.
Por supuesto también entonó grandes éxitos de su cosecha como “Fire Burning” o “Feel Like Jumping” y sirvió de enorme apoyo a sus colegas de escena, Andrew Tosh y Ky-Many Marley, a quien introdujo y prestó su apoyo en los coros sin que se le cayera ningún anillo. Exhibición total.
Su show fue corto y supo a poco porque los vástagos de Tosh y Marley, también querían protagonismo.
Fue precioso presenciar como compartían las canciones de los dos genios sin ningún tipo de rencilla y dejando el divismo en en algún cajón del camerino.
Emocionante fue la recreación de “Small Axe” y vibrante la de “Rastaman Chant”.
No tanto el cierre a trio con Marcia en “Could You Be Loved”, donde quedó demostrado que The Ruff Cut Band, tenían una noche algo espesa.
Hagamos un “pull up” y volvamos al inicio de mi perorata.
¿Puede la música levantar de la miseria física a las personas? Afirmativo.
Suena “I See It InYou” y las piernas cansadas se transforman en dos muelles que botan inusitadamente para apoyar con frenesí al artista. El único, el grandioso Freddie McGregor lo ha conseguido, mis penurias olvidadas ipso facto.
¡Qué maravilla!, ¡qué gloria! Poder contemplar a uno de los más grandes en plena forma entonando canciones eternas. No hay nadie en vida capaz de cantar con dignidad canciones de monstruos como Alton Ellis o Dennis Brown, él lo hace sin inmutarse apenas, con una categoría y una facilidad pasmosa, es como para no creérselo. El cielo baja a la tierra a visitarnos y se quedará un buen rato.
Antes de llegar a “The Winner”, “Let him Try» o “Here I Come” y “Revolution”, encandilará com “Push Come To Shove”, “Africa Here I Come”, “Stop Loving You”, en recreaciones a cual mejor, si la primera es buena, la segunda más y así sucesivamente.
No hay parones, ni concesiones a la galería, la banda parece más entonada y McGregor está que se sale. Los riñones no protestan.
Cambia de ritmo sin que se note, una canción como “I Just Wanna Be Lonely”, en principio algo empalagosilla, se muta en kilos de alegría, empalma “Wine Of Violence” con el original “Undying Love” de Ernest Wilson y borda “Bobby Bobylon”. Se me aparece la Virgen de Fátima y me susurra, es cierto, todo es real, no son alucinaciones. Creo en Dios.
Para el fin de fiesta utiliza el Ska y hace bailar aún más a la parroquia entregada con ”Carry Go Bring Home” y “Wings Of A Dove». Se despide, da las gracias cantando, rozando el rizo de la excelencia y desbanca de un plumazo al gran Beres Hammond del primer puesto en el podio de los mejores conciertos.
Grandioso no hace justicia con un cantante que acaba de ofrecer uno de los mejores recitales cantores que uno haya presenciado nunca. Como decía Héctor Lavoe: “Los hay que cantan con faldas, yo canto con pantalones”. ¡Vivan los pantalones de Freddie McGregor!.
Rory Stone Love feat. Jah 9, en el Dancehall, Word, Sound & Power feat. Sister Aisha, en la Dub Station y Los Granadians del Espacio Exterior en el Ska Club, completaron una jornada que un servidor recordará por mucho tiempo. El día que la pesadumbre y la gloria se dieron un abrazo de órdago bendito.
Mañana más y ¿mejor?. Difícil será, los días pasan y el listón ya está por las nubes.
Aquí estaremos para contarlo.
Texto: Barracuda
Fotos: Carlo Crippa, Luca Valenta y Ominonero