«Reggae Revival» con Protoje en Barcelona
No había vuelto a ver a Protoje desde su actuación del Cabaret Berlín en Barcelona de 2011. En aquel show donde compartía cartel con Peetah Morgan se apuntaban buenas maneras vocales y canciones con “punch” suficiente para llegar al éxito. En cambio su puesta en escena se notaba fría y no acababa de conectar con el público por evidentes problemas de bisoñez. Los que lo vieron en el último Rototom me avisaron de su notable mejoría y de que en un auditorio cerrado se notaría mucho más.
Ataviado con una gorra y un jersey de lana (nadie le dijo que a principios de octubre Barcelona no es Siberia), saltó a escena protegido por The Indiggnation, una banda de sonido homogéneo y muy apropiada para el jamaicano en la que destacó el poderío de sus dos coristas. ¡Qué bien le irían a Romain Virgo o a Bitty McLean, siempre tan solos en el escenario!
A pesar de llevar la cocorota bien calentita, a Protoje le costó arrancar y empezaron a cundir las dudas sobre si realmente la mejora era real o nos encontrábamos con el síndrome del más de lo mismo o lo integrábamos en el superpoblado pelotón de los gregarios.
La calefacción corpórea empezó a dar resultados al jamaicano y a base de Hits como Dread, Kingston Be Wise y más que ninguna This Is Not A Marijuana Song, puso a tono a un público entregado al novel artista.
Arriesgar, arriesga. Ese sonido donde une Reggae, Dub, Psicodelia e incluso Rock, aún le falta ensamblaje, pero demuestra no querer quedarse en lo monótono y manido e intentar crear su propio sonido. Quien no chuta no marca. No sabemos si son los albores de una nueva tendencia en la música jamaicana, pero como probatura ahí queda. Si es el futuro, sólo el guardián de las estrellas está al corriente de ello.
Demasiados artistas jóvenes deambulan por los escenarios sin pizca de gracia y sobre todo sin entrega. Protoje tiene una voz peculiar que puede gustar más o menos y un estilo en pleno desarrollo, como demuestra su último trabajo The 8 Year Affair, pero lo que nadie le puede objetar es su despliegue de energía en el terreno de juego. Verle saltar sin parar y subirse al anfiteatro de la sala, micro en mano, para volver a situarse en el escenario sin dejar de cantar, más que una exhibición insubstancial, fue una demostración de coraje y ganas de agradar al público que paga el billete de la entrada.
Sería injusto no destacar dos de los momentos más relevantes de su actuación: La estupenda versión de Rasta Love, a pesar de no tener al lado a Ky-Mani Marley, virada mas a reggae que el original, y Shot by Love, un preciosa joyita de su último trabajo.
Más de uno ha caído en el intento y es pronto para saber si Protoje será uno de ellos, de momento parece asentado y en clara progresión. Le deseamos la mejor de las suertes.
Con el ambiente encendido apareció en escena para dar el toque final a la noche, Sr. Wilson, flanqueado como siempre por los Badalonians Sound y su compañero de fatigas y de éxitos Irie- Souljah.
Wilson va como un bólido, en poco tiempo se ha encaramado en los puestos más altos del reggae nacional y no parece que la reputación ganada vaya a menguar. Es simpático, tiene carisma, ha mejorado mucho sus prestaciones vocales y es un buen tipo. En Europa ya le conocen, ahora le falta cruzar el charco, otros con menos identidad lo han conseguido. El despegue final ha comenzado.
La promotora Reggae Shack se la jugó con Protoje y ganó. Justo es reconocer sus méritos.
Texto: Barracuda
Fotos. Gerard Kota