«Rey Romain Virgo» Rototom Domingo 17
Bandera amarilla en las playas de Benicasim. Cielo nublado y calor moderado. Tiempo atípico que facilita mucho el trabajo de los periodistas y hace más feliz la vida de los asistentes que abarrotan el camping del recinto. Y hasta aquí el resumen meteorológico.
Lleno a rebosar en la explanada del Main Stage en una segunda jornada que tuvo dos héroes y dos villanos. Comencemos con la parte negativa para terminar en el éxtasis, donde vale la pena recrearse.
El americano Collie Buddz, no es exactamente un villano pero la mediocridad preside su discurso musical. Su repertorio incluye Reggae melódico, Dancehall, Rock de estridencias guitarreras y lugares comunes demasiado pisados. Un poco de aquí y otro de allá para completar un set que gusta al público pero que a un servidor le parece cansino y le deja indiferente. Con decirles que lo mejor fue una eficiente versión del Waiting in Vain de Marley queda dicho todo. Algún tema como Come Around, Sinsemilia o Mamacita y final de un chiste archiconocido. El respetable que se lo bailó todo se acerca a apedrearme. Me escondo debajo de la mesa.
Nuestro querido colaborador Carlos Monty, estaba ansioso de poder presenciar por fin un gran show de Bennie Man y aguantó estoicamente toda la velada para intentar rematar los conciertos del escenario principal bailando sin parar, acabó sentado en una silla. Lo del supuesto Rey del Dancehall ya huele a cachondeo (los de las piedras vuelven a intervenir, regreso a mi escondite). Una pose por aquí, un paseo por el escenario, unos grititos, un invitado colorista absurdo, música machacante sin interés, Pull Ups a mansalva y nada más que llevarse al saco, una sombra de lo que fue en los noventa. Suerte tiene que con tan solo escuchar las primeras notas de clásicos como Girls Dem Suga, Tell Me o Zim Zimma, los bailadores se alborotan hasta límites impensables. Un triste epílogo a una jornada que brindó dos shows brillantísimos.
Hartos de escuchar el mismo cliché una y otra vez, nuestra mente necesita aires renovados, una ventana por donde entren vientos frescos que nos hagan volver a creer que no todo está inventado, una sensación que ocurre muy pocas veces y que ayer llegó desde Cabo Verde: la estupenda Mo’Kalamity y sus Wizards. La base rítmica recuerda inevitablemente a la de The Wailers pero su sonido se enriquece a base de percusiones con reminiscencias caribeñas, toques de Steel Band y un recurso muy novedoso: el uso de la flauta en sustitución de los metales habituales. Los Wizards suenan sólidos, potentes, calientes, casi rozando la perfección interpretativa. Y junto a ellos Mo`Kalamity, un regalo para la vista y el oído que se mueve cómo un árbol ligerísimo y que canta de manera angelical. Perderse su nuevo disco, cantado prácticamente todo en inglés, Freedom of the Soul, que incluye temas tan sugerentes como Frontline, Freedom o Majesty, debería ser considerado pecado mortal para un buen amante no tan sólo del Reggae sino de la buena música en general. Sobresaliente.
Minutos después de la excelsa actuación de la Caboverdiana, apareció Romain Virgo cual ciclón imparable y arrasó. Una exhibición colosal de recursos vocales, le sitúa a las primeras de cambio en el candidato principal para llevarse el trofeo de mejor show del festival. Cierto es que hace tiempo que no introduce ningún gran hit en las listas pero su evolución como artista total es más que significativa. Aquel jovencito tímido de voz única, se ha convertido en un gigante de escenario que salta, baila, y canta al mismo tiempo con una soltura, fuerza y elegancia, únicamente destinada a los fuera de serie. No le recuerdo una nota desafinada en todo el show, fuera cantando melódicamente o utilizando la mecánica de Dj portentosamente. El único pero que se le puede poner a su actuación es la necesidad de contar con una Backing Band de mayor entidad, no es que la Unit Band sea deficiente, pero si se le unieran unos metales y un par de coristas, además de facilitarle la faena, el resultado resultaría apabullante. Uno teme que con tanto esfuerzo pueda morir en el envite, tal es la fuerza brutal y la entrega que demuestra.
Live Mi Life, Taking You Home, Love Doctor, Mi Caan Sleep, No Money, I’m Rich In Love o Wah Dis Pon Me, ésta en versión estratosférica, son canciones imperecederas que durarán y durarán, mucho más que unas pilas de las que no diré el nombre porque no me darán royalties. El Rey Virgo volvió al Rototom para sentar cátedra. Soberbio.
Sería injusto no resaltar la enorme fiesta que se marcaron Paolo Baldini y varios colaboradores en la Dub Academy, una orgía de voces y sonidos que resucitaron a los que habían muerto después de la maratón del Main Stage.
Uno espera con gran interés la actuación de Jesse Royal en la tercera jornada y con curiosidad la de los nuevos Gladiators y poco de Anthony B, venido a menos en los últimos tiempos. Si me hace cambiar de opinión lo celebraré el primero y se lo contaré a todos ustedes mañana.
P.D.: Esta crónica va dedicada a la crew de Sound System Fm y Santi Palazzo, ilustres colaboradores del festival, luchadores incansables y piedras angulares para el crecimiento de este gran evento. Piedras que por desgracia no colaboran este año y a las que se les echa mucho de menos. Va por vosotros amigos.
Texto: Barracuda
Fotos: Gullem Chesa, Luca Valenta, Carlo Crippa (Rototom)