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«uno no puede esperar menos de unos músicos no solo profesionales, sino amantes de los géneros que tocan, y esto se nota»

Enviado por el 5 diciembre, 2014 – 12:00No Comment

genisHará cosa de un par de meses hurgando en la red llegué a un video de escasos dos minutos donde The Gramophone presentaban el que seria su próximo disco: Jazzmaica.

Este podía ser un tráiler cualquiera de un disco más de la carrera musical de un grupo que, a pesar de llevar varios años sobre los escenarios, no había conseguido su merecido reconocimiento hasta el momento. Pero no, la formación barcelonesa había decidido dejar atrás su pasado como grupo convencional para pasar a ser una auténtica big band de jazz al más puro estilo Allstars.

El “culpable” de que algunas de las jóvenes promesas del jazz nacional se unieran a The Gramophone es el compositor, arreglista y músico Genís Bou, que tal y como cuenta en el excelente documental de Poca Broma Produccions junto con Arnau Costa Torrents y Jordi Sacasa sobre el proceso de grabación del disco, ha tardado casi un año y medio en conseguir sacar a la luz el que seria, para mi, uno de los proyectos musicales mas ambiciosos que hemos tenido los amantes de la música jamaicana en mucho tiempo.

Hasta el momento Jazzmaica solo tenia prevista una parada en su ciudad de origen, esta era el pasado 21 de noviembre en la sala Apolo de Barcelona. Y el público no lo pasó por alto: dos días antes del concierto ya se habían agotado las 400 entradas disponibles para el evento.

La expectación era máxima. A las en punto los 14 músicos que forman la big band empezaron a desfilar por el escenario, la mitad de ellos con una sonrisa que delataba su emoción y la otra mitad muy serios, reflejo de la gran concentración que requiere formar parte de un directo tan complejo como el que nos presentaron.

Pero estas caras serias tenían los segundos contados, a las primeras notas de Scambalema (mejor manera de comenzar el concierto imposible, por cierto) el gozo y el éxtasis musical se adueñaron del escenario al completo.

jazzmaica

Y por si la cosa no pudiera mejorar, al segundo tema, Color him father, se incorporó la vocalista Judit Neddermann, que con su voz hipnotizó al instante a la sala entera. Vale la pena comentar que quizás a la cantante le faltó tomar un poco mas las riendas de la situación y saber compaginar el protagonismo de la banda con el suyo, ejerciendo mas de puente entre los músicos y el público. Nada, pero, que no se pueda solventar con tiempo y familiarización con la nueva versión del grupo.

Poco a poco tanto la formación como el público se fueron desatando y empezaron a sonar distintos géneros musicales, todos con el mismo eje vertebrador: la simbiosis entre la música negra y la jamaicana. Esa genial combinación entre ska, funky, soul, reggae y jazz que hace tan característicos a The Gramophone Big Band.

GALLS Especial mención a la versión del archiconocido tema de Toots Hibbert Funky Kingston, la cual se fusiona con Give up or turn it a lose −habitual en los conciertos del ya difunto James Brown− creando una mezcla más propia de Nueva Orleans que de Kingston.

Tampoco podemos pasar por alto los solos, la mayoría con una palpable influencia del jazz, con que nos deleitaron tanto la sección de vientos como la de percusión, y es que uno no puede esperar menos de unos músicos no solo profesionales sino amantes de los géneros que tocan, y esto se nota.

Después de haber interpretado todos y cada uno de los temas del disco, tuvimos el placer de oír varias canciones exclusivas −quien sabe si las encontraremos en futuras grabaciones− que mantenían puramente la esencia de Jazzmaica.

Con la famosa melodía de Simmer Down y con la pista de baile enloquecida a base de skankings,  pusieron el punto y final a la que seria la primera, y esperemos que no última, visita de la big band del momento a Barcelona.

En resumen, un grupo que consigue colgar el cartel de sold out cuando años atrás solo había llegado a vender veinte pases en la misma sala es que lo está haciendo muy bien. Y es que The Gramophone Big Band son sin duda, para que nos entendamos, una formación digna de Main Stage del Rototom.

Una vez presentados en sociedad, deben saber hacer su camino y su espacio dentro del panorama musical, mejorando quizás un poco su actitud y puesta en escena pero sobretodo creyéndose lo que son: un gran banda y, si las condiciones lo permiten, con mucho futuro.

Texto:  Jon Greenwood Albareda

Fotos: Gemma Ferreón Rivera

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