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Nuevo disco de Sargento García

Enviado por el 20 noviembre, 2015 – 18:00One Comment

Sargento García«Parece muy complicado, y por lo tanto no es tan fácil/ Requiere mucha destreza, como la buena cocina/ Hay quien piensa que sólo hace falta mezclar los condimentos/ pero te digo que hay que saber escoger los ingredientes/ Yo rapeo encima de la cumbia y me poso sobre el riddim/ A mi cocina la llamo cumbiamuffin”.

Personne ne me stoppe (Nadie me detiene)

Por  Darío Manrique

Profundo, cálido y a veces bravío, como el Caribe, Contre vents et marées (Contra viento y marea) era en origen un disco marítimo, en toda su extensión: “Estoy restaurando un barco, el Guakamayo, para meterle un estudio de grabación e irnos a grabar al Caribe. Pero el barco estaba peor de lo que pensábamos y llegó el momento en que tenía el disco preparado, pero el barco no”, cuenta Bruno García, el paisano que se esconde tras el uniforme musical del Sargento García.

Al margen de la aventura marina (a la que luego volveremos), García considera que el viajero Contre vents et marées, su séptimo disco, cierra un círculo “que empezó con los sonidos de Cuba y Jamaica y, ya en Una y otra vez [2011], nos fuimos más a Colombia”.

Grabado entre Santiago de Cuba, Bogotá y Valencia, en Contre vents et marées efectivamente tiene gran peso lo colombiano. “Me apasiona la increíble diversidad del país, tantos ritmos diferentes y un folclore impresionante”, señala el hispano-francés: “También me encanta su gente, claro, hay mucho amor por la música y se trabaja muy bien allí”.  

Y entre todos esos ritmos, destaca la elástica cumbia, que desde el país cafetero ha saltado a todo el mundo. La cumbia es importante hasta el punto de que, como se puede escuchar en la letra –traducida del francés- que encabeza esta nota, el Sargento-chef denomina su gastronomía musical como cumbiamuffin, neologismo a añadir al previo salsamuffin, también vigente en el disco. “Para mí la cumbia es como el reggae latino, con esa síncopa. Y es un ritmo no tan intelectual como a veces la salsa, es sencillo y fusiona muy bien con el raggamuffin o el reggae”, explica.

Todo esto no quiere decir que el Sargento García haya abandonado su amor por Cuba (aunque sólo fuera por la importancia del percusionista y arreglista cubano Iván Darromán, a quien Bruno define como su brazo derecho: “La identidad de Sargento García somos nosotros dos”). Al revés: el álbum se abre y se cierra con sendos cantos yorubas, la canción que le da título (Contra viento y marea) es pura rumba cubana,  y en él aparece Lágrimas negras, el inmortal bolero de Miguel Matamoros.

Vamos por partes. ¿Los cantos yorubas? “Son la raíz africana de todo lo que hacemos, los pilares de lo que reivindico”.

¿La rumba? “Es la crónica de la calle en Cuba. Aún sigue viva, y cuando escuchas esos tambores y esas voces te llega al alma”.

¿Y Lágrimas negras? “Tiene mil versiones, pero el reggae le queda como un guante. Y  es una canción internacional pero mucha gente no sabe que es de Miguel Matamoros”, dice García, que ha enfocado el videoclip del tema como un bonito homenaje al compositor santiaguero.

Además, hubo un cubano que se coló insospechadamente en Contre vents et marées, Don Clemente: “Después de comprarlo, el barco nos dejó a la deriva y Salvamento Marítimo nos tuvo que llevar a un puertecito catalán. Allí nos dijeron que había un señor cubano que arreglaba motores. Clemente nos ayudó mucho, nos cobró poco y nos animó para volver a meternos en el proyecto, así que le dije que le iba a hacer una canción. Escribí Don Clementeen el avión yendo a Cuba y la acabamos en directo, en el estudio de EGREM en Santiago”.

En casi dos décadas de carrera en el ejército de la gozadera, Sargento García ha dado siempre muestras de una inquietud y una curiosidad sin límites. Por eso no extraña que en Contre vents et marées se incluya, por ejemplo, Solo son mentiras, un merengue dedicado a los políticos corruptos (“me la inspiró la situación en España, debería mandársela a El intermedio”). OSous les étoiles, una dura reflexión sobre la manipulación histórica y la violencia del sistema, vestida con un excitante ropaje de raggamuffin digital. OSiempre lo mismo, con su mensaje de respeto a la naturaleza, acentuado por un monólogo en quechua. O Siembras, tema que alterna el español con el djula, parte cantada por su amigo marfileño Galaïfa.

Tampoco debería sorprender que se embarque en un proyecto como Guakamayo, de donde saldrá su próximo álbum, y que le convertirá en el Capitán (de barco) García, un lobo de mar como el que anticipa la portada deContre vents et marées. “Llevo 30 años en la carretera y me pareció interesante ese espacio nómada y autónomo: en un velero, con viento llegas adonde quieras, y vas a otro ritmo, sin prisas, a una velocidad entre un peatón y una bicicleta”, cuenta Bruno García desde Valencia, donde reside y donde prepara el barco: “Espero que dentro de un año estaremos listos para cruzar el Atlántico. La idea es llegar al Caribe, ir haciendo escalas y en cada una buscar músicos que vengan a grabar al Guakamayo. También investigaremos sobre la música, rodaremos un documental, hablaremos con la gente… Estoy muy ilusionado”.

Más información y actualizaciones sobre el proyecto en guakamayo.com

«Contre Vents et Marées» está editado en España por Maldito Records

Descarga las fotos aquí

Crédito de las fotografías: Rafael Monzó.

 

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Un Comentario »

  • Manoflip dice:

    El disco del Sargento me ha gustado mucho; pero mucho! no ha bajado el listón, al contrario, sigue demostrando el porque es un líder de opinión, hasta sin quererlo. Enhorabuena al Sargento! Siempre pa’lante

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