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Últimas Reseñas de Bass Culture

Enviado por el 6 mayo, 2016 – 14:00No Comment

bass-culture-logo-nuevoUna vez más, nuestros amigos de Bass Culture nos descubren pequeñas joyas escondidas en el inmenso tapiz de la música jamaicana que, por cuestiones diversas, suelen pasar desapercibidas. Puedes leer todas sus reseñas en su blog, Bass Culture.

No es habitual el protagonismo femenino en nuestras reseñas, así que bienvenida sea la novedad de esta entrega: en dos de los proyectos son mujeres las que llevan la voz cantante: Rising Tide y Wicked Dub Division. Lo que no es tan novedoso es la buena salud de la escena reggae francesa. A finales de 2015 destacábamos los discos de Christophe Rigaud y Joe Pilgrim y en esta ocasión nos encontramos con dos nuevos proyectos: Young Lords nace de la conexión Marsella-París y Rising Tide, aunque sea una banda estadounidense, edita su primer LP con un sello francés. Ambas grabaciones confirman que al otro lado de los Pirineos se encuentra uno de los epicentros más fecundos del reggae global del siglo XXI. Régalez-vous!

 

 

Young Lords: Rise (Dibyz Music, CD)
young lordsEstamos ante uno de los discos que más nos ha sorprendido en lo que va de primavera. Y eso que su single“Humble”, en el otoño pasado, ya sonaba tremendamente cool y anunciaba un proyecto a tener en cuenta.

En cualquier caso, raras veces la combinación de una banda, The HandCart, y un cantante, Alex Keren, suena tan convincente en su primer trabajo de estudio. Y en efecto la cosa tiene truco, aunque para nada fraudulento: la banda de Marsella acumula más de diez años de trayectoria como backing band en directo y en estudio, aparte de tener experiencia en la autoproducción y sello propio, The HandCart Market. Por su parte, Alex Keren está curtido en las tablas soul-pop a un lado y otro del Canal de la Mancha y no es extraño que haya editado anteriormente un disco en solitario, porque además de cantante es autor, compositor, ingeniero de sonido y productor. He aquí una de las claves de la madurez de este trabajo: por más que sea el primer lanzamiento del nuevo proyecto conjunto, no sería muy adecuado considerarlo una ópera prima.

Ya lo hemos dicho, pese a escucharlo con altas expectativas la sorpresa fue más que grata desde el delicado tema inicial que da título al disco. Y más aún, ese efecto sorpresa va en aumento con todo un primer tercio inapelable, enérgico en “Tired”, infeccioso en “Humble” y admirable en todo momento por la combinación de una frescura descarada con una firme vocación de sonido clásico. Justo en ese momento, para atestiguarlo, suena “Rockin’it”, soberbia declaración de intenciones con la inestimable colaboración del señor Dennis Alcapone. Como anillo al dedo.

Después de cuatro cortes a ese nivel, cualquiera esperaría un bajoncillo, pero nada de eso: “Youth” es un melancólico y evocador steady que casi invita a volver al corte inicial para comenzar a paladear un disco al que, ya está claro, le quedan muchas escuchas por delante. “Call my name” continúa en la línea del anterior y establece una especie de transición de dos temas en clave lovers, antes de que “Under the Sun” y “Someone Else” confirmen todas las virtudes anteriores también en el terreno del uptempo.

El tercio final no baja el listón: “Beauties of life” se autodefine a sí misma; “Eyes on you”, la incursión más rootsydel conjunto, es sencillamente sobresaliente; y “Grab it” redondea la brillantez y luminosidad del álbum antes de un delicioso broche acústico: “Precious”.

Con todo lo anterior, quizá la mayor virtud del disco reside en la coherencia y fluidez del conjunto. Si acaso, una posible pega que podríamos encontrarle, se trata en realidad de un deseo que el propio repertorio despierta: la ausencia de versiones dub bien podría convertirse en una posterior edición del disco completamente versionado: así lo sugieren diversos fragmentos, especialmente en “Rise”, “Call my name”, “Rockin’ it”, “Eyes on you”…

En definitiva, una brillante y fresca cosecha de soulful reggae contemporáneo, aunque sólidamente cimentada en los sonidos afines al mítico verano del 66. Cuidados arreglos y armonías, espléndida ejecución vocal e instrumental y experta producción.

Veremos si los programadores de los festivales de verano están a la altura y no se asustan con la amplitud de la banda. La apuesta será ganadora. Estos Young Lords no son tan jóvenes como su nombre indica: les sobra experiencia y señorío como para satisfacer a los públicos más exigentes.
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Rising Tide: Rising Tide (Soulbeats Records, 2xLP/CD)
rising tide_coverYa apreciamos en el último LP de Groundation, o incluso antes, en su último concierto en Madrid, el peso cada vez más notable que iba adquiriendo Kim Pommell, en principio corista, en la banda californiana. Lo que no podíamos adivinar es que esa tendencia fuera a convertirse en un proyecto en paralelo de una de las bandas más prolíficas del reggae actual.

Rising Tide podría definirse como la culminación de la deriva femenina apuntada por A Miracle. Un importante paso al frente por parte de un proyecto en el que, al margen de las colaboraciones, tres voces femeninas toman protagonismo: la mencionada Kim Pommell, Sherida Sharpe y Kerry Ann Morgan. Pareciera como si la esencia netamente femenina del roots (música de útero y raíz, expresión privilegiada del vínculo esencial con la Madre Tierra) comenzara a plasmarse también, de forma tímida e incipiente, en una mayor presencia de algunas mujeres en un por ahora pequeño puñado de proyectos. Rising Tide es uno de ellos. Más abajo veremos otro. Y también en el panorama estatal comienzan a aparecer señales esperanzadoras.

Sea como sea, Rising Tide es un proyecto que difícilmente puede valorarse sin tomar como referencia a Groundation. Dicho protagonismo femenino toma cuerpo sobre el esqueleto de la banda de Sonoma y su excelencia instrumental: Marcus Urani a las teclas y en la producción, Ryan Newman al bajo y Paul Spina a la batería. La propuesta es en esencia la misma: la exploración del reggae a través del jazz y viceversa. Pero también encontramos aquí, entre el discurso consciente, la densidad espiritual y la presencia constante de la Madre Naturaleza, todo ello habitual en Groundation, mayores dosis de groove, funk y sensualidad, además de la virtuosa guitarra de Yotam Silberstein, que incorpora este instrumento al repertorio de excursiones solistas de los californianos, donde también destaca la incorporación a la nueva banda de Jason Robinson, saxo y flauta.

“Is it Right” y “Seven Times Rise”, los dos singles de adelanto, definen bien los perfiles del nuevo proyecto. “Me and You” combina las voces femeninas con vientos luminosos. “Positive Vibes” es quizá el corte más groovero y funky. “One and All” resuena orgullosa y contundente: We don’t need reparation, we want justice! “Time Bomb” es una profunda y grave llamada de atención sobre los engaños del progreso. “Young, Strong and Beautiful”, un sensual r’n’b con temática explícitamente femenina. Y “Only Human” cierra el álbum en forma de canto a la música como expresión de vida y humanidad: Teach di youths dem seh, music is life and life is love and love is music.

Más allá de la traicionera e inevitable comparación con Groundation, estamos ante un nuevo caso de la extensa genealogía de la banda californiana. Lo interesante no es tanto comparar este disco con aquel otro, sino constatar la influencia de una banda que en buena medida abrió una senda en el cambio de siglo y en su dilatada trayectoria no sólo ha ido contagiando a otras formaciones, sino desbordándose a sí misma en varios proyectos hermanos: primero Rockamovya, después las producciones de en solitario y ahora Rising Tide.

Una marea musical como correlato de otras mareas también crecientes: nuevos movimientos, nuevas acciones, sujetos y lenguajes, redes de apoyo, espacios liberados, plazas tomadas, escraches, nuevas organizaciones… Mares y océanos de acordes y consensos contra la devastación neoliberal.
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Wicked Dub Division: Red (WDD Production / CD)
wicked dub division redExactamente un año después del lanzamiento de su primer disco, Dub Drops, Wicked Dub Division vuelven al contraataque con Red, un trabajo que profundiza en las vibraciones heavyweight del anterior y suena aún más compacto y contundente. Este proyecto con base en Pordenone, en el nordeste italiano, factura dubwise en la mejor tradición británica, con un enfoque que podríamos catalogar como ortodoxo en lo estrictamente musical,pero con notables peculiaridades.

Para empezar, adoptan el formato de cuarteto: bajo, batería, dub live set y voz (con la notable incorporación en este disco de vientos de la North East Ska*Jazz Orchestra). Para continuar, no mencionan en todo el repertorio a su alteza imperial y propagan un mensaje con claras resonancias a conflictos presentes. Y para rematar, están liderados por una mujer, sí, ¡una frontwoman!

Indudablemente, Michela Grena, cantante también de B.R. Stylers, convierte a esta banda en un proyecto singular y no sólo por su condición de mujer. Aunque es cierto que lo hace desde la posición habitual de las mujeres en el mundo del y el dub, la de cantante, Michela Grena contagia a todo el proyecto con una especie de fuerza y presencia chamánicas. Quizá me falle la memoria, pero desde Alpha & Omega no recuerdo muchos ejemplos de un proyecto dubwise con semejante equilibrio entre los polos masculino y femenino. Por más que en este segundo disco no haya ningún alegato tan explícito como el “How Many Women que conteníaDub Drops.

En cuanto al disco en sí, el breve speech inicial, a modo de proclama, asienta el tono y el posicionamiento del disco desde la firme “Beating Heart”. Pero esa apelación directa al oyente, una constante en todo el repertorio, vuelve a ser literal en el comienzo de “Red”, un tema que da título y define el álbum, y en el que se suma Jules I, un nombre que comienza a resultarnos familiar por sus colaboraciones con Moa Anbessa, Bababoom Hi Fi, Mellow Mood y otros.

“Freedom” es un ritmazo militante sobre el que Michela Grena se emplea a fondo para completar un corte descomunal. Los sintes orientalizantes colorean la oscura “Past, Present and Future”, que nos rejuvenece luego durante los tres minutos de su remix jungle. La presencia de la Naturaleza, también constante aquí, se hace aún más patente en el segundo tramo: en “Croatian Sunset”, también con cierto aroma “arabesco”; en el aire de ritual liberador que impregna “Moon”; y en “Shine a Light”, donde encontramos una alusión política muy concreta y explícita:
…We can live again another life inna rich and democratic Europe
…Shine a Light on your heart, don’t touch me if you don’t know the story about my nation…

Un trabajo tan firme e inspirador como el propio proyecto. Ojalá sus peculiaridades (feminización, concreción política…) dejen de serlo y se conviertan en tendencia.

Texto: Victor Castro

Puedes leer este artículo en su formato original desde Bass Culture

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