Que el vinilo está de vuelta es un hecho. En la era en la que puedes descargarte en medio minuto cualquier canción, película o material audiovisual y disfrutarla instantáneamente y en cualquier lugar sería una locura pensar que este formato podría tener un futuro, menos revivir. Pero la vocación romántica del vinilo, la nostalgia o vaya a saber, el ritual de poner tu disco en la pletina y rascar la aguja está conquistando a todo el mundo- especial y curiosamente- a jóvenes que ya habían nacido con el Compact Disc bajo el brazo. Y es que no sabemos si será una moda o fruto de esta oleada de modernidad retro, vintage que tanto seduce a los jóvenes, pero el vinilo ha vuelto para quedarse.

Prueba de ello es la reapertura de la factoría Tuff Gong International que retoma su actividad, gracias a un acuerdo con la compañía estadounidense Sunpress Vinyl, tras años de inactividad.

Situada en Kingston la fabrica se someterá a reformas para adecuarla al trabajo y abrirá en Primavera. Hasta entonces los pedidos- hay ya una fuerte demanda- serán atendidos por Sunpress en su planta de Florida, situada en el local que regentaba Joe Gibbs , Final Vinyl.

Con este, Ghetto Youths, ofrece todos los servicios necesarios en el negocio músical, fabricación, producción, distribución y venta. Una aspiración que Bob Marley tenía cuando fundó la compañía en 1965. Para ser dueño de su música y no depender de terceros.